jueves, 30 de junio de 2016

Miedo

Por fin podía estar tranquila un mes más; ya me habían sacado el líquido de la médula y las moraduras empezaban a desaparecer. Es por la mañana y la exclamación de mi madre termina de despertarme: ¡tus piernas! Miro y veo todo moraduras, de diversos colores. Viene el médico a casa y ya no aguanto de dolor pero tengo que esperar. Un rato después me informan de que ha empeorado pero me pondré bien... Es necesario operar pero es peligroso. Firmo los consentimientos y por fin tengo hora para mi resonancia. Mañana. Mañana se decidirá todo. En mi mente se repite el diagnóstico, acompañado por las advertencias: demasiado delgada, debilidad, es arriesgado... Pero he firmado. No aguanto un minuto más de dolor. Tengo miedo por todo...Y quiero que todo esto acabe de una vez. Quiero vivir de una jodida vez.

lunes, 27 de junio de 2016

Una dosis de realidad

"Estás buscando ese cariño que tenías en personas que no te lo darán". "El día que valores más tu propia opinión sobre ti misma siendo para bien que la de otro que sea para mal, ese día estarás cerca de curarte".
Adiós. Es lo que le he dicho a unos cuantos chicos que estaban en mi vida por puro entretenimiento. Estoy de vuelta en la clínica y por primera vez he bajado mis defensas. Estaba muy confundida y necesitaba esa dosis de realidad que este psicólogo me da siempre, aunque a veces sea duro. Y hoy no ha sido una excepción. Aunque sí ha sido distinto; bajar mis defensas y mostrarme vulnerable en lugar de estar a la que salta y discutiendo me ha servido para conocerme un poco más. La ira no ha llegado, aunque sí las lágrimas, esta vez de forma purificadora, aliviando la presión.
¿Cuál es su diagnóstico, doctor? -Dímelo tú- su respuesta favorita a mi pregunta de rutina.
Confusión. Estoy confusa porque no sé bien que siento y porque no lo controlo, no tengo las cosas claras y eso me asusta. Me arreglo, me maquillo...buscando aprobación y pensando "no estás nada mal" pero luego esa autoestima, ese ego frágil, se derrumba al mínimo comentario. Sí, prefiero la aprobación ajena porque la propia no puedo dármela... No aun pero espero que algún día pueda. Ese es mi diagnóstico..
"Bien expresado pero ahora vamos a hablar de sentimientos."
¿Sentimientos? Solo cuando lo beso a él soy capaz de dejar de pensar, de desconectar y solo sentir. He besado a más después de él y con todos me ponía a analizar cada paso, incapaz de relajarme... ¿Qué sentimiento es ese, doctor?
Y así ha empezado mi tortura de nuevo pero esta vez la he cogido con gusto, soltando todo lo que necesitaba decir y...
Gracias, doctor, por cada sarcasmo, cada vez que me da una de cal y otra de arena y por su tiempo... Esto ha sido un paréntesis y mañana mis defensas estarán alzadas de nuevo pero me alegro de que saque lo mejor y sobre todo lo peor de mí... Mañana más...

martes, 21 de junio de 2016

Sincera conmigo misma.

Aquí estoy, volviendo en el mismo bus de antes pero a otra hora. Con otro ánimo. Noto las lágrimas y ya no me molesto en secarlas o en disimular, dejo que caigan. Y pienso en lo tonta que he sido. Yo, que protegí mi corazón de todo, he dejado que sufra por lo mismo de nuevo. "Ya te lo advertí; ya te lo advirtieron" es lo que me grita mi mente pero el estúpido del corazón, aun estando roto sigue susurrando "una vez más". No, hay veces que debemos aceptar las derrotas, saber que por mucho que estemos dispuestos a luchar por alguien, ese alguien jamás luchará por ti, por mucho que duela. Y si, te lo advirtieron y has sido estúpida pero sabes que lo harías una y otra vez y nunca te arrepentirias porque sentir así es lo más grande que hay, aunque cuando se acaba se siente como morir y esta es la segunda vez... Así que estúpida yo no... Estúpidos aquellos que no se arriesgan por lo que quieren. Y sí, sigo llorando, y seguiré mucho rato más y probablemente lo pague conmigo misma porque siento que es lo que merezco, pero sabré que fui capaz de darlo todo por alguien, que estaba dispuesta a hacerlo y que lo haría mil veces más...
Dicen que el corazón solo se rompe una vez... Yo creo que se puede romper una y otra vez y ahora me toca recoger todos esos pedazos que con cariño había unido... Y desear no perderme a mí misma por el camino...otro poco más.
[Andrea]

Volar.

Me apetece contar algo que acaba de pasarme hace diez minutos escasos... Estaba esperando a que el bus diese la vuelta para subirme cuando he notado un tirón en el pantalón; al mirar, he visto una cría de pájaro picoteando mis vaqueros. No debía de saber volar.
No sabéis como se me ha partido el corazón por tener que subirme a ese bus, dejándola allí, piando...  Cómo he deseado que el bus hubiese tardado más o haber podido perderlo, pero no podía. Y lo mala persona que me he sentido. Ojalá pueda volver pronto y, si sigue ahí, cogerlo...
Puede parecer una tontería pero para mí es una vida más...

sábado, 18 de junio de 2016

Fiestas [Skinny]

¡No me lo puedo creer! Ayer salí y lo pasé bien. Exceptuando la resaca que llevo... Necesitaba beber para amortiguar los insultos. Ayer salimos las dos odiadas, en plan panda del moco, únete, que somos pocos, como dice Andy xD
Pues eso que hoy tengo pensado darme otro fiestón jaja
Y ahora a dormir!

miércoles, 15 de junio de 2016

Tengo otro acceso de ira, solo quiero romper cosas pero me contengo. Esta vez me contengo. Porque sé que es ira contra mí misma, como siempre. Ya ni siquiera salen lágrimas. Llueve y deseo correr bajo la lluvia hasta desaparecer, hasta no sentir ni oír nada. Sigo en el borde, en el borde de mi precipicio. ¿Cómo acabé aquí? No lo sé, sólo sé que cada día me pierdo un poco más a mí misma... Que no puedo con más discusiones, con más mierda, que cada vez me siento más al límite... Y que... Da igual.

martes, 14 de junio de 2016

A tres manos: las fiestas. {Skinny, Andy y Martita_}

Si hace un año alguien me hubiese dicho esto, me habría reído y le habría dicho que estaba loco. Hace un año yo pertenecía a un grupo grande, de los más populares, lo tenía todo. Bueno, en realidad no tenía todo. Porque quería ser delgada y cuando luché por eso y enfermé, descubrí que no tenía nada: solo falsas amistades y un falso amor. No puedo evitar pensar en las ganas que tenía hace un año de que llegasen las fiestas para salir, divertirme, hacerme miles de fotos... Y ahora sólo pido que nadie me insulte cuando salgo a la calle. Es cierto, las tengo a ellas, que me han dado esperanzas y sé que me defenderían sin pensarlo. No es que eche de menos aquello...pero echo de menos la felicidad, o lo que coño sea eso.
[Skinny]

Dejo vagar la mente y noto lo que he cambiado en apenas un año. Me interesaban las fiestas, eran algo básico para mí y ahora eso ha cambiado. Es otra especie de ilusión, es la ilusión de salir por mi pueblo con mis amigos, lo cual no sucede a menudo. Es la ilusión de dejar la rutina por unos días, de hacer el idiota, de vivir acorde con mi edad ese tiempo e intentar no preocuparme de nada. Y rezar porque, por una vez, no haya peleas... Hace casi un año, celebraba la boda de mi prima en estas fechas, todo recuerdos felices y después, en julio, me sentí morir, caí... Y ahora vuelvo un año después, de pie, con las cosas más claras e intentando tener en sintonía el corazón y la mente.
[Andy]

Nunca me gustaron demasiado las fiestas. Hasta ahora. Tal vez sea porque Andy me contagió ese entusiasmo por las atracciones, por bailar el aserejé y demás. Pero este año me hacen ilusión. Porque sé que algún día echaré esto de menos y quiero vivirlo ahora que puedo. Y porque le partiré la cara a cualquiera que les haga daño.
[Martita_]

Donde más les duele.

Hoy tenía que hablar de mi libro desde la perspectiva de mi experiencia con la sanidad. Me pidieron sinceridad e incluso que fuese crítica. Pero no me han dejado. A cada momento que he dicho algo que no era de su gusto, han saltado como leones hambrientos. Creo que he estado a punto de irme al menos tres veces hasta que la voz de mi querido doctor de Pamplona ha dicho que porqué no dejábamos de hablar de enfermos y hablábamos de personas. A pesar de lo mal que me lo hace pasar a veces, lo he adorado cuando ha dicho eso. Hasta que ha empezado con sus preguntas pero me alegra saber que le ha gustado lo que he respondido.
He acabado y el aplauso transmitía el pensamiento de: pobre niña, esto le viene demasiado grande. Pero por suerte algunos de los presentes me han dicho que estaban de acuerdo, que se iban a leer el libro o que ya lo habían leído y que cuando acabe la carrera me esperan. Algo es algo.
Señores... Si no están preparados para oír la verdad, no la pidan.

sábado, 11 de junio de 2016

Skinny cubriendo la presentación.

Tenía mis dudas de leerlo. Incluso de ir. Simplemente porque no sabía si quería oírlo pero me alegro de haber dado el paso. Me sentí identificada con cada palabra, defendida a la perfección. Dijeron que podíamos hacer preguntas pero tú te habías explicado perfecta, aunque lo que más me gustó fue que en ningún momento negaste lo duro que es, la lucha diaria que supone. Estoy muy, muy orgullosa de ti. Y sé con seguridad que si alguien saldrá de esto esa serás tú. No se que hice para tener tu amistad pero espero seguir haciéndolo...
"Mi infierno personal" es un canto a la esperanza, no sólo es el relato de la lucha, es la salida, la luz. Y tú me has dado ganas de salir. Gracias, Andrea, eres muy grande, jamás dudes de eso.
Tu amiga,
Skinny {y todo el foro de guerreras, que te esperan}

miércoles, 8 de junio de 2016

Regalo anónimo.

Mañana estaré allí, entre la gente, viendo como alcanzas del todo el sueño que nunca pensaste que se haría realidad. Y has usado la palabra aterrada, pero déjame decirte que jamás podrías hacerlo mal. He seguido de cerca la escritura de tu libro, cómo algunos capítulos se hacían difíciles, tus preocupaciones, tu ilusión..Y sólo por haber sido tan valiente como para escribir sobre algo que duele tanto, te mereces lo mejor. Y por eso sé que no lo harás mal. No podrías, porque ese libro eres tú, tu pasado. Sí que incumpliré una de mis promesas, pues el sábado no podré celebrar contigo tu cumpleaños. Lamento no haberte preparado nada, pero deseo que sea la mejor fiesta que hayas tenido... Sé y entiendo lo que significa para ti. Pero también sé que eres fuerte: te he visto reír, caer, levantarte, con cortes en los brazos, con ojeras de días sin dormir, enfadada por sentirte una piedra, cansada, dolorida, te he visto perdonando a personas que te habían destrozado... Y siempre aconsejando a los demás. Creía que te admiraba por eso ante todo. Por aguantar en cada reunión sin dejar ver ninguna emoción que no fuese empatia y comprensión, por contar las cosas más dolorosas con un toque de humor y cero lágrimas... Pero no. El día que más te admiré fue el día que se rompió tu coraza. Porque no te importó lo que pensase nadie, solo dejaste que todo saliese. Y ese día me sentí orgulloso, orgulloso de sostenerte la mano y ver que permitías que te consolasen, de ver tu lado más vulnerable y a la vez saber que eres la persona más fuerte que conozco y que si alguien puede salir de esto, esa eres tú.
Dijiste que te gustaban las palabras, pues mi regalo es este, y la promesa de recordarte quién eres siempre que lo necesites.

[Ricitos de oro]

martes, 7 de junio de 2016

Control mental [Borrador parte I]

La escucho y noto la ira burbujear en mi interior con cada una de sus palabras. Me mira, sabedora de que me está provocando, de que puedo perder el control y es lo que quiere. Me agarro a los bordes de la silla y trato de contar hasta diez pero su mirada se cruza en mi camino. Él. Me mira intensamente, sabe lo que estoy pensando y niega con la cabeza. Sus ojos me sugieren calmarme pero pronto desvía la mirada. Vuelvo a respirar hondo y...
Casi puedo sentir mi mano colisionando contra su cara mientras él trata de impedírmelo, sus fuertes brazos envolviendo mi cintura y...
No. Sonrío. La miro y sonrío, una sonrisa dulce a la vez que afilada, de esas que transmiten lo que se está pensando, de esas que resultan peligrosas. Y por fin se calla y llega mi turno de hablar. Pausada, calmada... Así todos estarán ajenos al caos que reina en mi interior a veces.
Capto su mirada, esta vez, acompañada de una media sonrisa. Y sé que lo he hecho bien.

[Borrador parte I]

domingo, 5 de junio de 2016

Ríe, total, qué más da.

Dolor. Y, de repente, nada. Estoy subida a una escalera, vaciando estanterías, despejando la habitación para cuando vengan los pintores. Me duele la pierna, demasiado tiempo de pie anoche, es lo que pienso. Pero el dolor va a más. Decido bajar de la escalera pero en el penúltimo escalón de repente el dolor desaparece y caigo, mi pierna fallando al echar el peso. Acabo de lado, con la escalera sobre mí y pronto llega la ayuda. Trato de ponerme en pie pero la pierna no me responde, siento una sensación de cosquilleo, hasta que trato de caminar. Y casi caigo de nuevo al sentirlo. Es un fuego que me quema, me sube desde el dedo meñique del pie hasta el muslo, como si me estuviesen rascando con esquirlas de cristal ardiente. Grito de sorpresa, hacía tiempo que no lo notaba. ¿Líquido en la médula otra vez? No, la espalda no me duele apenas. Me tumban y me encojo, sujetando mi pierna, oyendo a duras penas a mi madre diciéndome que el médico ya viene. Me manda a urgencias pero esta vez es rápido. La resonancia que llevo tanto tiempo esperando llega rápida pero al final es un scanner. Cuando veo la cara del médico sé que no quiero oírlo. Sigo necesitando la resonancia pero no hay duda... La lesión está peor, sigue teniendo solución todo...pero más complicado. Han esperado demasiado. Se equivocaron en sus planes. Tal vez una muleta para evitar otra caída... Pero me río. Me río porque no va a ser así. Estoy cansada: los problemas de la operación de estómago, los problemas de alimentación... Y ahora esto. Tengo 22 años, solo quiero disfrutar. Salgo sin esperar el alta.
Ya estoy en casa, mirando la escalera, la pongo bien de nuevo y empiezo a subir. Noto la pierna dolorida y extraña, mejor que antes y sin medicación, porque estos dolores se pasan solos... Pero no me voy a rendir. Sigo vaciando estanterías, decidida... Decidida a estar bien, algún día.

viernes, 3 de junio de 2016

Rozar el cielo con las manos

¿Cómo te sientes? Es la pregunta que sólo me han hecho una vez, la más acertada y la más difícil de responder. Estoy emocionada, aterrada, feliz, nerviosa... Es un cúmulo de sensaciones que me desbordan. Pero me encanta. Falta muy poco para la presentación, para tener cumplido del todo el sueño que jamás pensé que se hiciese realidad. Y aunque no llegue a más, ya soy feliz, feliz de ver la cantidad de gente que se ha movilizado, que me han ayudado a que esto sea posible y, sobre todo, la grata sorpresa de ver que había gente que seguía mis pasos sin que yo lo supiese. También me faltan personas que ya no están, que ojalá pudiesen ver esto a mi lado pero confío en que desde donde estén me apoyan.
Esto se siente como rozar el cielo con las manos... Y ahora sí, orgullosa de mí, que creo que hasta ahora no me lo había dicho a mi misma.