miércoles, 30 de noviembre de 2016

No suelo colaborar con el blog pero me he dado cuenta de que me sirve de desahogo y además puede que así lo leas y hagas caso. Te conozco desde hace mucho tiempo, años de pasar cosas juntos y muchas de ellas bastante cabronas. Por eso ahora me pregunto qué coño estás haciendo, si sabiendo lo que es bueno y lo que no haces lo peor. No puedo culparte porque cuando se trata de cagarla soy al que mejor se le da. Estoy en contra de la violencia pero realmente hoy, cuando te fui a ver, me dieron ganas de sacudirte por los hombros. ¿Qué tal tu brazo? Insensible me has dicho. Pero ahí seguías, cocinando. Hasta que te ha saltado aceite y he oído a tu tío diciendo que las mujeres son flojas. Era de broma pero he visto tu mirada de odio y a mí me ha hervido la sangre. Después, te he visto arrodillada ayudando a tu madre a ponerse la rodillera y he querido gritar qué cojones hacías ahí con los problemas de espalda, sobre todo cuando al levantar vi tu cara de dolor. Pero lo mejor ha sido escucharte con tu madre discutir porque no le apetecía comer y a ti, tan agobiada. De nuevo respiras hondo y sigues, adelante como siempre y yo me pregunto cuánto tardarás en llegar al límite, porque pienso estar ahí, dije siempre y siempre será, aunque tenga ganas de gritarte, aunque sienta que estás haciéndote daño, yo te diré las cosas y luego te abrazaré. Porque cuando te necesité estuviste y ahora me toca a mí...
Y porque me debes unas natillas del mercadona, pequeña estrella.

martes, 29 de noviembre de 2016

Como darle un toque de humor a las cosas by Martita_

¡Buenos días a todos en este martes casi invernal! Estaba yo tan feliz cuando de repente le he visto la cara a nuestra querida Andy y ya estaba todo dicho: se iba a desmayar. Pálida, sudorosa... Yo estaba demasiado lejos pero su querido loquero ha hecho las veces de supermán y la ha cogido a tiempo. Y ale, a convulsionar. Y yo a llamar a la ambulancia:
- A mi amiga le ha dado un ataque epiléptico...
- Dígame edad, grupo sanguíneo, si existen los unicornios... (ironía modo on)
- ¡Está convulsionando! Es epiléptica reconocida, vengan.
- Pero dígame...
Y aquí es cuando ha intervenido el maravilloso psicólogo:
- Hola, mi número de colegiado es blablabla tenemos una emergencia.
Y ya está, venían, simplemente porque la palabra médica es sagrada, ¡jódete!
Llegamos y la meten corriendo a un box de esos, sin decirnos nada. De repnte, salen y aprovecho para entrar. Ojos cerrados, pero respira normal. Unas manchas rojas empiezan a aparecer por su cara y la noto arder sin previo aviso pero antes de poder decir nada...
- ¿Es alérgica a algo?
- Al primperam -el loquero está en todo-
Y entran corriendo a quitarle, obviamente, el primperam, porque claro es mejor pedir perdón que permiso. ¡Casi me la matan! Después de estabilizar la reacción alérgica convulsiona de nuevo y, por fin, le dan un antiepiléptico (venga, que si tardáis más se le pasa solo). Tras cabrearme por todo esto, por fin me dejan estar con ella. Creo que nos miran mal por ir con un psicólogo, que no sé qué tiene que ver pero no veas cómo me aburro. Por suerte, Andy no tiene nada mal, sólo un cuadro agravado de estrés... ¿Tratamiento? Vacaciones (claro, doctor, si las paga usted...).
Tres horas más tarde, o cuatro, volvemos a casa (eso sí, en ambulancia, que algún privilegio tenía que haber)...
No os preocupéis hermosas criaturas que nuestra escritora estará perfecta en que duerma unas horitas, así que feliz martes (yo me conformo con que no suceda nada más).
¡Besos!

lunes, 28 de noviembre de 2016

Caminos

Si todos los caminos llevan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?

A veces pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella.

Aunque en cierto modo perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos esta regalando lo único que no recuperará jamás, y es que la vida son momentos ¿sabes? Que ahora estoy aquí y ¿mañana? mañana no lo sé. Así que quiero decirte que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve a por ello sin mirar atrás, mirando al miedo de frente y a los ojos entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro; ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella.

Así que no se que será de mi mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, y los amigos, son la familia que elegimos y yo te elijo a ti. Te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja; que apuesto fuerte por todos estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado, tus abrazos asi porque si.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta de que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Que tu has hecho infinito mi límite.

Asi que te doy las gracias por ser la unica persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse con un millon de tsunamis.
Asi que no, no sé donde estaremos dentro de 100 años, ni sé como se sale de Roma, no te puedo asegurar nada, pero te prometo que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso mi luna va a estar siempre contigo, porque tu me enseñaste a vivir cada dia como el primer dia del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

[Fragmento de otra web]

Un poquito de Martita_

¡Buenos días en este frío lunes, mis corazones!
Hoy os escribe Martita_ pero... Martita_ in love. Porque si ya estaba como una majareta ahora que tengo novio (siiii por fiiin y no lo pienso soltar) ya estoy imbécil perdida (palabras de mi madre conste).
Pero no os preocupéis que tengo muchas aventuras que contar, como por ejemplo que se me acerque un chico el sábado (muy mono, para qué mentir) y decirle toda orgullosa: noooo que tengo novio, ¿quieres ver una foto? Es alto, guapo...
Ni aún así. Amigas, este era el típico pico pala de manual, hasta que...

-¡Soy ingeniero!
-¿Ah sí? Pues ingeniatelas para irte -y sonríes mientras te vas-

Ya veis: ni psicología ni nah, mejor mandarlo directamente al planeta de donde haya venido.
Reflexión: con novio se os acercarán más, parece que lo huelen (ojo, que nosotras también olemos cuando están pillados eeh) y lo mejor es una bonita despedida.

Feliz semana mis hermosas criaturas ❤

sábado, 26 de noviembre de 2016

Mi corazón es tuyo

Un día te rompen el corazón y sientes que todo tu mundo se acaba, que serás incapaz de querer igual, que todos los que a tu alrededor se alegran están equivocados... Pero entonces abres los ojos tú también y ves que la equivocada eres tú. Pero ya es tarde, el sufrimiento está ahí...
Pasan los meses y te centras en otras cosas pero de repente, de casualidad, aparece alguien en tu vida. Y tu mayor miedo es darle tu corazón, ese que has recompuesto pedacito a pedacito hasta tenerlo entero, frágil y con cicatrices, pero entero. Después, te das cuenta de que has comenzado a querer de nuevo y que es correspondido pero de nuevo el corazón tiembla ante la idea de sufrir y tratas de que no se noten tus inseguridades. Y esa persona se va ganando día a día un pedacito de ti, va cerrando cicatrices, va haciéndote perder el miedo... Y tú sientes cada vez más, hasta que sabes que estás amando a esa persona, que lo que sientes no se puede describir. Pero el miedo sigue ahí, diciéndote que tengas cuidado, que a lo mejor no eres suficiente... Pero tú corazón lo acalla, y siempre he sido de escuchar al corazón... Que grita que ama a esa persona y que quiere mil vidas a su lado. Es entonces cuando decides darle algo que cuidas al máximo: ese corazón, imperfecto pero lleno de amor, con la promesa de que nunca le fallará... Y te das cuenta que a pesar de todo, hacía tiempo que lo tenía y que lo estaba cuidando, que tu corazón no quiere irse de su lado...
Todos los caminos me han llevado y me llevan a ti y no tengo intención de buscar la salida. Mi camino es contigo hasta que tú quieras.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Mi príncipe

Esos amores que empiezan sin quererlo, pero que terminan queriendo serlo todo.
¿Lo has sentido? Ya sabes, ese amor. Esa persona cuyo nombre acude a tu mente al leer esto. Esa persona a la que quieres proteger, mimar y amar por siempre. Esa persona por la que derribarías muros solo por verla... Esos amores son los de verdad, los que merecen la pena, los que te hacen sentir sin tocarte. Los que un buen plan es acurrucarse y ver llover mientras habláis de tonterías o, quién sabe, de cosas más profundas. Esos amores que te invitan a hacer locuras, que solo ocurren una vez en la vida y que cuando llega se nota.
Esos amores como el que tú me haces sentir, poderosa contra todo a la vez que frágil, niña y adulta, pero siempre feliz.
Me costaba decirlo al principio pero tenía ganas, ganas de decirte que para mí eres y serás el único, mi alma gemela, y que quiero ser la persona que te haga feliz, tanto como tú me lo haces a mi. Gracias por enseñarme la belleza del mundo y de la vida a tu lado, gracias por quedarte...
... Te amo con locura y sin límites.
❤❤❤❤
[Para un panda de una lagartija]

martes, 22 de noviembre de 2016

Desequilibrio

La pierna, la jodida pierna. De nuevo no me deja dormir y ya no sé qué hacer. Doy vueltas en el sofá, desesperada, hasta que decido hacer uso de una pastilla y logro dormir. Dos horas después, suena el despertador. No, joder, no quiero. Pero me levanto. Bien, no duele... Tres horas después, me estoy planteando de nuevo si amputarme la pierna, pero voy a clase. El dolor aumenta, y mis ganas de llorar, también. Últimamente me siento como un grifo, llorando por todo. Ya no recordaba cómo era esto y a veces pienso que casi prefería sentirme de piedra. Volviendo a casa, mi padre hablando de la pensión que me pasa y yo siento que mi cabeza va a explotar. Pero me espera más al llegar: "mírame el móvil que no sé que le pasa", dice mi tío, "ayúdame a ducharme", dice mi madre... Y como si fuese un robot hago todo, deseando poder irme a dormir un rato. Pero tampoco puedo, porque la pierna no me deja mucha tregua, así que decido irme a correr, me siento a punto de explotar, sé que si no hago algo pronto empezaré a plantearme otras cosas menos normales... Cortarme... ¡No! Abuela, te lo prometí. Así que salgo a correr, sin importarme que esté diluviando. Corro, llenándome de barro pero me da igual, porque mi objetivo es cansar los músculos de la pierna todo lo que pueda y, ya de paso, agotarme yo. Empiezo a llorar, pero las lágrimas se mezclan con la lluvia incesante y no se nota. Siento un dolor palpitante en el pecho, un nudo que me indica que la ansiedad se acerca y veo una pastelería a lo lejos. No, no puedo. Ahora peso 63 kg, resultado de días de ansiedad, y he prometido controlarme. Regreso a casa: todo me da vueltas, noto la pierna palpitante y voy a la nevera, pensando en que mejor comer algo antes de que el azúcar me baje. Pero el queso que siempre adoro ahora me provoca náuseas, algo que me está pasando con demasiada frecuencia. Es gracioso, pienso, que si fuese al médico primero me mirarían el estómago pero después... "Usted necesita a su psicólogo" Y doy gracias de que él reiría y les diría "son ustedes los que necesitan dejar de marearla".  Pero no me sirve, no me sirve hablar con él si al volver a casa todo vuelve a lo mismo, si mi único refugio es estar fuera de casa o en mi habitación el mayor tiempo posible. "Me siento inútil con la pierna escayolada", llora mi madre, y yo quiero gritar que estoy agotada. Pero no, porque aún recuerdo las palabras de mi abuela: cuida de tu madre, de la familia, es lo principal. Para eso me criaron.
Voy a la ducha y veo que no queda champú, solo gel, pero no hay dinero, no hasta diciembre. En esta casa parecemos una jodida ONG, ayudando a todo el mundo cuando solo les mueve el interés. Y además los gastos médicos de Pamplona... pero esos no me molestan, son necesarios. Mi garganta gruñe por cuenta propia y noto la ansiedad de nuevo mientras miro mi cuerpo desnudo y pienso en la falta que me hace mi pequeña estrella a veces, aunque solo sea porque ella sabía entenderme. "Seguro que tienes a más gente", me dicen. Claro, pero, ¿qué les digo? "¡Hola! Quiero gritar y llorar, todo al mismo tiempo, estoy desequilibrada, y probablemente tengas mejores cosas que hacer pero ¿te apetece soportarme un rato?"
Estoy tiritando de frío y abro el grifo del agua caliente al máximo, sin darme cuenta de que tanto calor está dejando marcas rojas en mi piel. El dolor sienta bien pero paso al agua fría y de nuevo a la caliente, mientras lloro de nuevo, preguntándome si esto de llorar parará pronto. Espero que sí, o me veo muy sola... Andrea La LLorona... Acabo y me aplico una crema anestésica, deseando no sentir la pierna en las próximas horas, deseando que sean las manos de mi abuela las que me la pongan, como antaño, pero es imposible, hace casi un año que no es posible... Salgo del baño, ya más calmada y decido que lo mejor es ponerme a estudiar.
Hasta el próximo desequilibrio.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Willow

Os dejo unos fragmentos del último libro que me he leído, Willow, de Julia Hoban; totalmente recomendado para personas que pasen por situaciones así, donde la única manera de escapar de su dolor es cortarse, o para personas que conocen a alguien y tratan de entenderlo...

[Como podría explicarle que cada lágrima le aleja un poco más de la caja de cuchillas que hay entre los dos. Como le puede explicar que le aterra que le ocurra eso. Que aunque creía desear la libertad de su vicio, no sabe si es capaz de afrontar lo que le está ocurriendo ahora. Que quiere saber si aún tiene el control sobre su dolor. Que las cuchillas siempre le daban lo que ella quería.]
...
[Le vienen a la cabeza las palabras que le dijo su hermano acerca de la responsabilidad, sobre lo que lleva implícito amar a alguien. Y sabe que esa responsabilidad debería empezar por ella misma y que si en el pasado cortarse era la mejor manera de cuidarse que ella conocía, ahora se abren nuevas posibilidades. Y además, aparte de eso, debe extender esa responsabilidad a Guy, porque no puede hacer todo para huir del dolor y, al mismo tiempo, obligar a la persona a quien ama a soportar cosas peores. Willow mira la caja y piensa en sus otros amantes, que están dentro, en el dolor que extrae de ellos, tan diferentes del placer que su amante de carne y hueso le da, y sabe que lo que le atrae de ellos es irrisorio frente a lo que Guy tiene que ofrecerle. Y también piensa que renunciar a la caja de cuchillas no solo sería la acción más responsable, sino también lo más bello, lo más gratificante y lo más satisfactorio que podría hacer. Y está convencida de todo eso como nunca lo ha estado de nada en esta vida y, así y todo...]
...
[-Mira-dice Guy-. Te ayudaré, ¿vale? Será fácil. Venga. Cogeremos la caja los dos, la sostendremos sobre el agua, contaremos hasta tres y…
Pero Willow ni siquiera espera hasta tres. Sabe, mientras ve como la caja se hunde en su tumba de agua que, aunque realmente podría ir y comprar más en cualquier momento, que esa parte de su vida seguramente ya ha acabado. Se cierra el telón de estos últimos siete meses, y su admirable nuevo mundo con Guy junto a ella ya le está dando la bienvenida. Y, si esto no es un final feliz, tal vez sea un feliz inicio.]

domingo, 20 de noviembre de 2016

Fragmento de relato

Ella era fría, ella era de piedra. Se lo repetía una y otra vez y siempre le funcionaba. Excepto con él. Con él se derretía, se sentía como caperucita yendo directa a las fauces del lobo aunque hasta ahora no tenía muestras de que el fuese un lobo malo. Malo no, pero sí inalcanzable. Él era tan guapo, tan atento, tan... Todo. Y ella era tan... Nada.
Él le ofreció ir a ver una lluvia de estrellas y ella, indiferente, aceptó, aunque por dentro se sentía temblar.
Era todo tan hermoso... La montaña de fondo, el lago reflejando la enorme luna y miles de estrellas cayendo, fugaces. Y ellos, probablemente efímeros también. Su beso llegó, inesperado y dulce y ella se perdió...
-¿Y ahora?
Preguntaron ambos a la vez.
Tú primero, dijo él.
Ella se sentía como Ícaro volando demasiado cerca del sol y, al igual que Ícaro, decidió arriesgarse. Quería decirle muchas cosas, pero su boca se adelantó:
-Te amo.
Y se tapó la cara, riendo. El rió, pero respondió:
-Te amo.
Y siguieron riendo, mientras ella pensaba que al fin y al cabo las estrellas no son tan efímeras, y ellos, tampoco.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Llora que ya reirás [Martita_]

Sé cuánto odias llorar. Sé que te consideras estúpida por no poder parar últimamente pero no es cierto.
Recuerdo que hace unos meses habías sufrido tanto que tenías unos muros alzados alrededor de tu corazón que te impedían sentir. Recuerdo ver a mucha gente intentando traspasarlos y fracasar. Te recuerdo intentando llorar y acabar gritando de rabia por no poder. Siempre fuerte, siempre estoica. Muchos dijeron que eras de piedra y fría. Yo sabía que tarde o temprano esos muros caerían. Finalmente han caído. Ha sido un año duro, pero aquí estás, más fuerte que antes. Esas lágrimas sólo son la acumulación de las que no derramaste y es bueno dejarlas ir. No te vamos a dejar sola por ello, al contrario, siempre que lo necesites te abrazaré para que llores pero sí que me enfadaré si sigues llorando sola. Porque tú has estado ahí siempre, déjanos estar ahora. Sé, mejor que muchos, el miedo que sentías al dejar entrar el amor a tu vida, el miedo a que esa persona salga huyendo... Cariño, no puedo hablar por nadie, pero sí te aseguro que eres digna de ser amada, a pesar de que en el pasado hubiese personas que no supieron cómo hacerlo. Sé que tienes miedo pero todo eso que te enseñaron era mentira, tú vales mucho, las personas que te hicieron daño son las que no valen absolutamente nada. Ten fe en ti como muchos la tenemos.
Sé que puedes conseguir todo lo que quieras. Sé que cuando tengas la carrera serás la salvación de muchas chicas y chicos gracias a lo que sabes. Y quiero que sepas que aunque hay gente que se fue de tu lado, al resto no nos perderás jamás porque eres nuestro ángel, nuestra Andy. ¡Cómo vivir sin esa sonrisa! Recuerda: déjate querer, te lo mereces porque lo que das es muchísimo, créeme.
Con cariño, tu amiga que te quiere y que jamás te igualará escribiendo,
[Martita_]
Y ahora sí, mi toque personal con mi particular vocabulario que sino os acostumbrais a que sea demasiado formal y no puede ser: la próxima vez que pidas perdón por llorar o por ser como eres te doy una somanta de hostias que deberíamos de dar gracias nosotros por tenerte en nuestra vida!! Lofff yuu Flaca!!

sábado, 12 de noviembre de 2016

Friends by Martita_

Ayer tuve una mala noche. Vi a mi ex con otra y me di cuenta de que le quiero. Que putada eh. Claro que algo ya había pero me refiero que quiero algo más que un polvo ocasional. Como no quería volver a casa, llamé a mi querida amiga y me acogió. Hablamos de mí a pesar de sus ojos hinchados, que me gritaban que había llorado hacía poco, entre palomitas y mantas a las 2 de la mañana. O tal vez fueran las 3. Entonces le pedí que me contase una historia de amor bonita y me empezó a contar la suya... Se hizo el silencio. ¿Cómo acaba? Pregunté. "No tiene final" me respondió. Medio dormida, atiné a decir: ¿le amas? Pero el sueño vino a mí y la respuesta se perdió, para alivio de ella que odia responder esas preguntas.
Esta mañana, al despertar, recordé todo y me sentí fatal. Dos semanas sin apenas preocuparme por ella y aún así me acogía. Miro mi móvil y...
"Tenemos que hablar...Ayer me dijo un pajarito algo y yo también siento lo mismo"
Mi corazón siente que vuela, sé quién se lo ha dicho y al verla la abrazo, la siento y pienso que cualquier tío puede esperar, que ahora es tiempo de desayunar con mi mejor amiga y que por fin saque todo lo que lleva.
-Dime qué te está pasando...


[Gracias flaca, loff yuu]

viernes, 11 de noviembre de 2016

Días.

Hoy me levanté rara. Me levanté preguntándome para qué cojones sirvo. ¿Para dormir?  Probablemente. Últimamente tengo muchos días así, aunque en la unidad dicen que es por el estrés de casa. Hoy siento que necesito que me cojan con pinzas porque me rompo, de veras me rompo... Esta mañana mi madre se encontró todos mis mandalas en la basura. Me he pasado muchas horas pintando pero siempre se me dio mal. También se me da mal cantar, la moda, las manualidades, los niños y la psicología. Ya ves, puedo hablar de trastornos de alimentación y otras enfermedades pero porque las viví o las leí. ¡Se me da bien leer! Menuda mierda de habilidad ¿eh? No digo todo esto yo, al contrario, antes no era así, pero cuando hasta la familia te dice algunas cosas... Por algo será. He decidido no sacarme el carnet de conducir, harta de oír que no estoy hecha para ello.
Hoy mi cuerpo pide a gritos un poco de dolor que no le daré, esa fase ya está pasada.
Hoy me pregunto quién cojones es capaz de aguantarme, cuando ni yo misma puedo a veces. Cuando me odio por estar así.
O tal vez hoy tengo un día de mierda porque me toca ir a una nutricionista que me va a decir lo gorda que estoy (no es ironía, me lo dice siempre).

Una noche más

No paro de dar vueltas en mi cama, inquieta. Últimamente no duermo bien y me dedico a pensar.
Ahora mismo mi mente viaja a un recuerdo, el recuerdo de las noches contigo, tu presencia es como una pócima mágica que hace que pueda dormir. O tal vez sea la posibilidad de que cada vez que despierte estés ahí y pueda acurrucarme entre tus brazos, mi lugar favorito en el mundo. Hoy no tengo esa opción y cuento los días que faltan para volver a verte, se me hacen eternos pero sé que una vez llegado el momento el tiempo pasará demasiado rápido, apenas un suspiro. Porque nunca tengo suficiente de ti.
Me haces querer ser mejor cada día, amanecer pensando mil locuras o imaginarme contigo en millones de lugares del planeta.
Este sentimiento que provocas en mí es tan intenso que va más allá de las palabras...
Quiero construir un futuro contigo, quiero una vida a tu lado, lo quiero todo...
Quiero...
...A ti. Te quiero a ti, siempre.
Pero no te quiero infinito, te quiero infinito más uno.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Mil gracias

Lo primero de todo: hola. Muchos no me conocéis, pero podéis llamarme Rita. Tengo 27 años y he sido anorexica, bulimica y, a veces, ortorexica. Hablo en pasado porque llevo dos años curada, pero no curada a medias, sino curada hasta el punto de que dejé de sobrevivir para vivir.
Ahora disfruto con la comida, soy feliz, pero pasé 12 años de mi vida en el calvario de estas enfermedades. Son 12 años que siento que perdí, 12 años que engañé, no sólo a mi entorno, sino a mí misma.
No voy a mentiros, salir de la enfermedad es más difícil que entrar. Sea anorexia, bulimia u otra, todas son malignas y difíciles. Pero merece la pena. Muchas veces tuve que correr a urgencias por los cortes en mis brazos, muchas veces quise morir hasta que entendí que la muerte no es un alivio, es dejar de sentir, pero de esa forma tampoco podrás sentir lo bueno de la vida y, créeme, es mucho más de lo que piensas.
Conocí a Pandora y Andrea en una charla que daba Andrea sobre su libro y reconozco que me vi reflejada pero en una versión mucho más valiente, alguien consciente de que está enferma y de que tiene que luchar, y lo hace, por más que caiga. Después vi su blog y decidí que algún día escribiría, pues pocos blogs hay que sean neutrales... Quise escribir hoy porque sé que no es tu mejor momento y quería decirte: Pequeña luchadora, no dejes nunca de pelear porque sé que tú puedes.
A ti, Pandora, que ahora estás en un mal momento también sólo te deseo una pronta recuperación y que sepas que también vas a poder con esto. Has podido con mucho ya, date cuenta que tienes mucha gente que te quiere y que lo que ves no es real.
Al resto de los que sufrís: no estáis solos y no es imposible. Ánimo, lucha, que merece la pena, merecéis la pena.
Con amor, Rita.

martes, 8 de noviembre de 2016

El tiempo avanza y yo me rebelo by Martita_

Hola bonitos míos, ¿qué tal el comienzo de semana?
El mío con la noticia de que una amigui se casa. Más que noticia, eso es un bombazo. WTF?? ¡¡Si tiene 25 años!! Mi sorpresa va en aumento... Otra del grupo está embarazada. Y de nuevo digo WTF?? ¿Estamos todos locos u que?? Vamos a ver, que se nos va de las manos... O tal vez no.
A lo mejor soy yo la única que sigue pensando en irse de fiesta y en no comprometerse. Que si, que es precioso tener a alguien pero de ahí a atarme de por vida e incluso tener un hijo...
Que a lo mejor la loca soy yo, oye, teniendo en cuenta que aca la amiga Andy y Pandora tienen disparado el instinto maternal pero yo que se, no les da por ponerse a fabricar máquinas de ensuciar pañales...
Y, vosotros, ¿qué opináis?
Besos muy dulces criaturas ❤

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Corre, escapa.

Ando, deprisa. Incluso cuando paseo. Voy con prisa a todas partes. Por las mañanas, suena el despertador y me quedo tendida, deseando no tener que levantarme, agotada a pesar de haber dormido. Y cuando al fin me levanto, me toca apresurarme para ir a clase. Allí, mi apresuramiento es otro. Intentar demostrar (¿a quién? No lo sé) que puedo valer para algo más que para hablar de TCA, que valgo para esta carrera... Pero continuamente dudo. Dudo sobre para qué valgo, si acaso estoy hueca... No sé cocinar apenas, no sé coser, no tengo las mejores notas, no sé cortar con cuchillo, no sé de política, no sé de miles de cosas... Y a veces me siento estúpida.
Llego a casa, con prisa por comer y dormir algo, si puedo, agotada de nuevo, aunque nunca dejé de estarlo.
Ponerme con los deberes, tratando de adelantar algo, de absorber lo máximo posible.
Hora de las comidas... Momento temido... Hacer de madre con mi propia madre; obligar a alguien a comer cuándo ni yo quiero comer. Hacer chantaje a mi madre para que vaya al medico... Agotada. Quiero huir de aquí.
Hora de la cena: ¿Quieres cenar? NO. No quiero, tengo un nudo en el estómago, últimamente ese nudo son lágrimas, lágrimas que aguanto durante el día y que al final necesitan salir. Últimamente lloro por todo.

Y luego llega la hora, la hora de sonreír... Mi todo, ese que me hace sonreír, mi chico. Esos momentos son cuando desconecto y ya,  cuando puedo estar en sus brazos... Eso sí es la felicidad máxima. Aprovecho para darte las gracias, pequeño panda.


Culpable (Pandora)

Privilegio cero. No sé si realmente me afecta demasiado aunque ahora ya estoy fuera. No sé cuánto tardaré en volver a entrar. Me siento culpable, pero no por mí, ni por mi familia. Me siento culpable por esas personas que están luchando contra lo mismo que luchaba yo; no soy tan fuerte como ellas, yo no puedo. Cada vez que veo la comida solo pienso en lo bien que sienta no comerla, notar mi estómago rugir y saber que tengo el control. Pero al comer... Solo me alivia el vomitar ese asco de calorías que he ingerido. Perdóname, mi querida Andy, que seguro que lees esto, que va contra la política del blog. Tú, que luchas siempre, viéndome rendida. Pero esto no es un escrito a favor de nada, porque por esta puta enfermedad desearía morir día a día cuando sé que debería querer vivir, que lo tengo todo, menos lo que no existe: la perfección. Y que realmente hay un problema más grande, que esto en realidad es un síntoma pero yo estoy agotada. Sólo quiero dormir.
No quiero comer.
No quiero...
No quiero nada.

[Pandora]