domingo, 10 de mayo de 2020

Doce años en las estrellas.

Miro el calendario y viajo mentalmente 12 años atrás, recordando ese día y dándome cuenta de que apenas recuerdo el sonido de tu voz pero sí tus rasgos y tus gestos, esa sonrisa ladeada y esa forma tan tuya de enlazar tu brazo con el mío para caminar juntas.
Hoy ya no camino junto a ti pero eso no significa que te haya olvidado, no, eso es algo que nunca pasará porque te guardo bien protegida en mi corazón, tratando de recordar solo lo bueno.
Y un año más quisiera decirte tantas cosas... Pero si algo me gustaría es poder abrazarte de nuevo y que me digas que todo va a ir bien mientras siga creyendo en mí. A veces se hace muy difícil seguir pero como tú decías rendirse no es una opción.
He empezado a salir a correr por las mañanas y he visto las flores en pleno esplendor primaveral, las amapolas que tanto te gustaban y esas chiquititas moradas de las que nunca recuerdo su nombre.
Otro año más ha pasado y aquí sigo, mirando tu estrella e imaginando que desde ahí me ves con esa calma que siempre te acompañaba y que servía de contención a mi impulsividad.
Están aflorando muchos recuerdos mientras te escribo y me hacen sonreír, ya no duelen, al igual que tu ausencia ya no es ese dolor desgarrador sino una punzada que me recuerda que te sigo echando de menos a pesar del tiempo.
Quisiera tus consejos, tu mano agarrando la mía y diciendo que si al final no sale bien al menos trataremos de tomarlo con humor, ese humor que ya no encuentro en mí, como tantas otras cosas... Y eso me hace preguntarme qué pensarías de mí al ver tanto cambio y que muchos de esos cambios ni siquiera me gustan y por eso trato de modificarlos.
Echo de menos poder decirte todos esos pensamientos que pasan por mi cabeza y que a veces son tóxicos y trato de ahogarlos en el fondo de mi mente; tú lo hubieses entendido, lo sé.
Todavía sueño con esa habitación en llamas en la que te trato de alcanzar y no puedo, en la que cuando vas a hablar me despierto llena de angustia por no saber qué quieres decir. Y sí, sé que es un sueño pero te veo y, en ocasiones, sueño con nosotras sentadas envueltas por las llamas mientras me transmites una paz que a veces me cuesta encontrar.
Son 12 años ya, demasiados días de luchar y de desgastar mis energías, pero aquí sigo, como prometí, y aquí seguiré, hasta el día que nos volvamos a encontrar.


Te quiero, mi pequeña estrella 🤍