viernes, 31 de agosto de 2018

[Sacado de poesías y letras]

Me he lastimado haciéndome mil cosas para ser la que quería y no la que en verdad puedo ser. Me he conseguido relaciones que sólo terminaron lastimándome, he ofrecido mi corazón como premio y no me he fijado si podían cuidarlo. He corrido riesgos muchas veces en las que dejé que el alcohol fuera mi conciencia, me he disfrazado con maquillaje para que no se vean los ojos hinchados, me he retocado para que no se noten las líneas que dejan las lágrimas y me he puesto más peso en la espalda del que debía.
Y por ello me pido perdón.
Por fin he comprendido que no pasa nada si me digo a mí misma "ya no puedes más, es todo". Nunca quise dejarme vencer pero en esa terquedad por ser fuerte y luchar terminé perdiendo porque no me di cuenta cuando era tiempo de parar, porque no quise ver que la fortaleza no es sólo soportar sino perseverar. He sido una mártir de mi propio yugo, he sido una víctima de la historia que yo sola creé, y por fin me doy cuenta que no importa si me creen débil o perdedora. Lo que en verdad importa es perdonarme a mí misma...
Por todo el daño que me he buscado, por las veces que antepuse las necesidades de otros a las mías. Hoy me pido perdón por cargar más peso del que debería, por forzar mi espíritu con necedades poco importantes, por explotar mi alma con desamores que no dejaron nada y por exponer mi corazón, por dejarlo triturado y exprimido en amores que prometieron y no cumplieron.
Me perdono porque muchas veces no sabía lo que hacía, porque a veces la edad o las influencias no me han dejado pensar con claridad; ya me he culpado mucho tiempo, porque sea como sea sé que la única que permitió el dolor fui yo misma.
Me perdono y me libero de culpas, porque el humano está diseñado para eso; para equivocarse y aprender aunque muchas veces no haya querido hacerlo. Me perdono de todo el daño que me haya podido hacer y me prometo un nuevo inicio que sólo me incluya a mí y a los que de verdad importan.
Yo... ME PERDONO Y ME ACEPTO.

miércoles, 29 de agosto de 2018

Anorexia y Bulimia

Muchas me habéis escrito preguntando si la anorexia o la bulimia se superan alguna vez del todo bajo mi punto de vista; y quisiera deciros que sí, que algún día desaparecen del todo pero en verdad creo que es algo que me va a acompañar de por vida.
Es como un ave carroñera al acecho, esperando una señal de debilidad para atacar. Quisiera decir que estoy curada pero sé que no, no me puedo engañar, porque estas enfermedades se nutren del engaño y la distorsión.
Cada mañana me levanto y me mentalizo de que va a ser un día normal, de que no voy a pensar porque si pienso sé que no habrá vuelta atrás.
Cada día me miro al espejo y muerdo mi lengua para evitar los pensamientos venenosos que me gritan que estoy gorda cuando sé que no es así. Los mantengo a raya y evito centrarme en mi estómago y muslos para no darle coba a esta enfermedad.
Cada vez que salgo de fiesta o simplemente a pasear trato de sentirme segura con lo que visto, de auto-animarme diciéndome que todo está bien.
Si alguien comenta algo sé que será mal día porque me va a afectar, aún trato de lidiar con eso pero esto es un camino muy largo.
En cada comida no pienso en las calorías y sí en lo mucho que me queda por vivir. Me doy mis caprichos, dulces y salados, y me distraigo inmediatamente para no sentirme culpable.
Me centro en las personas que me quieren, porque sé que son más objetivas que yo.
Por las noches pienso en pesarme o buscar si los huesos son grasa tras haber comido "de más" pero me controlo y no lo hago.
Estoy segura de que yo misma me complico la vida de más solo por evitar pensar en todo lo anterior, que busco problemas donde no los hay. Soy insegura, loca e impulsiva pero trabajo en ello.
Y, lo más importante, cuando siento que se me escapa de las manos...pido ayuda.
No es fácil, nunca será fácil. Estas enfermedades se valen del control pero la recuperación también requiere de control, un control más difícil de lograr porque es la parte "difícil", es pasar de sobrevivir a vivir y eso cuesta.
Por eso os digo que aunque yo no os vaya a dar terapia (básicamente porque no puedo) siempre estaré dispuesta a estar ahí para que os desahoguéis. Por todas esas personas que no lo lograron, porque sé que podemos lograrlo.

domingo, 26 de agosto de 2018

Las cicatrices cuentan tu historia {Karen}

Mientras ibas creciendo, quienes tenían un poco más de experiencia en la vida, solían decirte "no hagas tal cosa o te vas a lastimar", pero igual lo hacías, y te golpeaste muchas veces las rodillas por querer correr antes que caminar, tuviste muchas caídas y con ellas vinieron algunas heridas, lloraste porque te dolía, y seguramente te repetían "te dije que si lo hacías te ibas a lastimar", y seguiste sin escuchar esos consejos muchas veces más, seguiste causándote heridas hasta que un día, esos golpes te enseñaron las cosas que no debías hacer para que tu piel no sangrara más, pero también muchas veces a pesar de los golpes, te animaste a golpearte una vez más, quizás con un poco de miedo, pero sabías que necesitabas arriesgarte para lograr lo que te proponías. La vida es muy similar a esos golpes que tuvimos de niños, no importa cuanto alguien te aconseje, vos vivís tu propia experiencia y de ella sacas conclusiones nuevas, y en cada paso que des, muchas veces te vas a golpear o caer, algunos de los golpes y caídas te van a generar heridas un poco más fuertes que otras, y a veces por miedo a lastimarte vas a decidir abandonar para no golpearte, pero también sabes que es bueno intentar, enfrentar tus miedos, arriesgarte y saber que lo lograste. La vida es parecida a las heridas físicas, porque cuando te golpeabas muy fuerte, esa herida tomaba tiempo en sanar, había que cuidarla, y la cicatriz a veces quedaba, la experiencia se ve, pero deja de doler, podes contar la historia de ese golpe, pero decir "al fin sané, esto me lo hice hace algunos años, me dolió, y costó sanar, llevó algo de tiempo, pero sané", y las heridas que te causa la vida cada día, también llevan tiempo sanar, mientras ocurre ese proceso, mientras la herida sana, duele, pero con el tiempo empieza a doler mucho menos, hasta que logra cicatrizar, y esa cicatriz es tu historia, tu experiencia, es lo que te hace decir que todo pasa, aunque en su momento creíste que no lo ibas a lograr, date tiempo de sanar, cuida esa herida, medicala disfrutando de la vida, haciendo cosas que te hagan feliz, y cuando menos te des cuenta, habrá pasado tiempo y de tu herida solo va a quedar la cicatriz, de cada golpe nace una historia, tu historia, lo que te define a vos, de lo que aprendes, y la vida tiene mucho de eso, de golpes que causan heridas que mueren y con ellas, nace la cicatriz. 
[Anto Nicolini]

viernes, 17 de agosto de 2018

Recuerda quién eres y qué tú puedes.

Y cuando sientas que tus pensamientos amenazan con ahogarte, que gritan dentro de tu cabeza, ve al baño.
Ponte a Beret y métete a la ducha. Ensordece a esos cabrones bajo el ruido del agua, hasta que en tu cabeza reine el silencio, y si no funciona grita bajo el agua, grita todo lo que te atormenta. Y después cambia al agua fría, para volver a la realidad.
Cepíllate el pelo solo atenta a las letras de la canción, ignora el pelo que se te cae y deja que las lágrimas fluyan.
Recoge el baño.
Mírate al espejo y dile a tu jodida depresión que tú eres más fuerte, que ya se puede retirar, que vas a sentirte mejor.
Y recuerda, cariño, que estás viva porque eres una luchadora y seguirás pudiendo con todo hasta llegar a la meta. Recuerda que eres afortunada, que tienes gente que te quiere y que tus pensamientos negativos son los demonios de la enfermedad, no es la realidad, debes tratar de razonar.
Cuenta hasta diez, sal del baño y sonríe y que le jodan al mundo. Jamás olvides que llorar no es lo malo, lo malo es revolcarse en la tristeza.