martes, 21 de agosto de 2012

Te amo


Poder decirte las cosas que a nadie me atrevería a decir, llorar cuando estés triste y necesites de mi hombro, y reír contigo cuando tu corazón y tu razón así te lo pidan.
Que luchemos por alcanzar lo que deseamos, que enfrentemos lo feo y lo deshonesto de la vida siempre juntos.
Ser íntimamente yo, y que lo seas tú.
Que compartamos nuestras ideas, sueños y aspiraciones, que podamos vagar por el mundo sin temores, que compartamos lo mejor del amor, teniendo una gran amistad.
Que ambos dejemos huellas en nuestros corazones, algo que siempre podamos recordar, a lo largo de nuestras vidas.
Poder decir libremente que te amo, sin miedo a perderte, confiar tanto en ti y que tú confíes en mí, tanto que nada opaque el cristal de nuestra relación.
Ser yo tu apoyo siempre, esa mujer que haga la diferencia en tu vida, de las demás personas y que tú la hagas en la mía.
Que tengamos algo tan grande y fuerte que nos llene, confiando siempre en quien lo puede todo, dejando en sus manos un listón de amor y nuestros corazones, para que los ate si ese es su deseo y...
Vivir, solo vivir...eso sí, a tu lado.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Mía y yo

Aclaración: No es un escrito pro-Ana o pro-Mía, solo hablo de mi experiencia con la Bulimia hasta hace un año.. Es un relato verídico pero de hace un par de años..!!

Termino de cenar. Me siento llena, llenísima. Necesito hacerlo, necesito expulsar todo esto que me engorda, todas estas calorías... Voy al baño. Dejo la puerta abierta pues estoy sola, como siempre, nadie le da importancia, total, soy "la chica buena" de la familia. Son momentos angustiosos, mientras mis dedos acarician mi garganta. No lo pienso, simplemente lo hago.Vomito, expulsando todos mis fantasmas al hacerlo. Termino y saboreo la felicidad del peso y la grasa perdidas; pero no dura mucho, solo unos instantes y la angustia regresa. ¿Qué he hecho? Acabo de tirar por la borda todo un mes sin vomitar, sin recurrir a "Mía"... Pero no podía dejar de pensar en las palabras de ese chico más joven que yo al que ni siquiera conocía: "Mira qué fea y qué gorda es esa chica". No sabe nada de mí, pero tiene razón. Estoy sola, tengo poca gente en la vida a la que le importe...Antes no era así, antes tenía mucha, quizá demasiada, pero la Bulimia arrasó con todo. Lloro. Me escuece la garganta pero debo castigarme; una cuchilla bastará. Me corto y dejo que la sangre y el dolor fluyan... Decido tomarme una pastilla de esas que usa mi madre para dormir; al poco rato, me duermo en el sofá..Junto a mis sueños rotos.