lunes, 30 de diciembre de 2019

Adiós, 2019; hola, 2020.

Querido 2019:
GRACIAS.
Gracias por las metas cumplidas, por los sueños alcanzados, por ver la luz, por fin, en medio de tanta oscuridad. Has sido un año difícil y a la vez satisfactorio; difícil por temas de salud, por nuevos horizontes en los que luchar, por nuevas batallas que ganar, y satisfactorio por estar viva, por todo lo conseguido durante este año que ya se acaba. Graduarme en psicología, comenzar el máster, las oposiciones, sacarme el carnet de conducir, muchas pruebas médicas y una intervención quirúrgica han hecho que estos 365 días sean una carrera de fondo en la que he alcanzado la meta, agotada pero orgullosa. He tenido que aprender a quererme y respetarme, a alejarme de lo tóxico, a batallar contra mí misma de forma que gane la razón y no la enfermedad; aún queda camino por recorrer pero ya rozo el final de este trastorno que me ha acompañado casi la mitad de mi vida y que no quiero que siga en ella, por ello le cierro la puerta definitivamente y se la abro a la salud y la felicidad. No podría haber conseguido nada de esto sin la ayuda de mi familia y de mis amigos, esa familia que elegí y de la que no puedo estar más orgullosa, y de mi pareja (ya lo sabes todo): GRACIAS; por aguantarme, por secarme las lágrimas, por hacerme reír, por tenderme la mano siempre y mil cosas más. Adiós, 2019, es hora de recibir al nuevo año.

A ti, 2020:
Solo te pido que nos traigas salud, felicidad y paz, esa paz que ha faltado a veces en 2019, suerte en mis proyectos literarios y suerte en mis temas médicos, que acaben ya de una vez y encuentren esas respuestas que tanto se resisten a aparecer, junto con las soluciones. Paciencia, constancia y ánimo para las oposiciones (y una plaza), muchas alegrías y fuerza para los malos momentos. Gracias de antemano por los que se irán voluntariamente, ya que eso significa que no debían estar en mi vida, por los que vendrán y por los que se quedarán. Gracias porque en tus inicios vamos a recibir a María, el mejor regalo que podíamos tener, tráele mucha salud porque amor sé que no le va a faltar.
Bienvenido, 2020, espero que nos llevemos bien y os deseo a todos un muy feliz y próspero año nuevo.

lunes, 16 de diciembre de 2019

Texto de @AminnCoffee

Cada día que pasa, todo es un infierno.
Uno cae quizá en depresión y ni siquiera se da cuenta.
Otro, en ansiedad y le cuesta respirar.
Otro, le comen por dentro sus propios demonios
y ya no sabe en qué idioma hablar para espantarlos.
Y el otro, simplemente, habla con su otro yo.
Hay un otro yo, que todos tenemos,
que sale en situaciones complicadas, por inercia.
Tenemos a alguien que aparece con tal artillería
 que sientes que no estás solo.
O lo estuviste tanto,
que al final uno mismo es el único acompañante.
A veces, quizá queda sonreír,
con los ojos inflamados de no dormir,
y con una cara como si te la hubiesen golpeado.
A veces solo queda andar,
sin rumbo,
sin paradero,
a un lugar en el que todo se calma.
Pero a veces,
y solo a veces,
la calma en el interior viene justo en ese momento,
cuando te sientes tan muerto
que la única opción que tienes
es contraatacar con todo.
Contra todo.
Ante todos.
Ante todo.
Y contra ti.
Especialmente.
Para salir a flote.
Y vivir la vida,
y no dejar que la vida
te viva.

Gracias, amigo, porque con tus palabras describes mi lucha diaria, y la de muchas otras personas.




viernes, 13 de diciembre de 2019

Texto de @AminnCoffee

Digamos que la vida son momentos.
Días malos.
Baches.
Pero también que la calma solo llega
cuando superas una tormenta.
Pero hay tormentas largas e intensas.
Que te cambian.
Y te desgastan.

Te sientes débil.
Y para colmo
solo te recetan pastillas.
Dime maldita guerrera,
¿qué haces para dormir?
¿Puedes?
¿O eres de las que llora hasta la última gota?
¿Y al día siguiente, cómo te sientes?
¿Igual, verdad?

Eso de "mañana será otro día" es una tapadera.
Nada desaparece de un día para otro.
Si estás mal,
y lo aceptas,
es el primer paso gigante que tienes
para armarte y atacar.
Hay personas que viven muertas,
y ni se dan cuenta.

Tú,
para lo muerta que te ven,
yo te veo muy viva.

Y eso,
es otro paso,
todavía más grande.
Saber que no estás bien.

Pero que lo estarás.
Pronto.
Tan pronto,
como te necesites.

jueves, 12 de diciembre de 2019

Sueño.

Ya no recuerdo la última vez que pasé más de un mes sin sentirme agotada o sin enfermar, pero sí recuerdo cuándo fue la última vez que estuve sin dolor de estómago: justo antes de mi primera operación, hace cuatro años. No, no quiero dar lástima con esto, ni mucho menos, pero como es mi blog pues me desahogo.
Cada día, al despertar, debo luchar por levantarme de la cama y durante el resto del día trato de no dormirme; pero el cansancio sigue ahí, a pesar de tener ganas de hacer mil cosas. ¿Cuántas veces habré renunciado a algo que tenía ganas de hacer porque el sueño ha podido conmigo?
Ya ni lo sé.
¿Cuántas veces he dicho que no podía por sentirme enferma?
Tampoco lo sé.
Cada vez que como siento ese miedo a que vuelva el dolor. Casi todos los días siento algún pinchazo, pero a eso me he acostumbrado, como también lo he hecho a esos ruidos que hacen que mi garganta duela... Eso no me da miedo. El terror viene cuando noto ese dolor que comienza en el centro del estómago e irradia hacia la espalda; pocas veces he rezado tanto como en esos momentos, deseando que pasase, que por favor parase.
Tener cuidado con mi epilepsia, cansancio la mayor parte del tiempo, dolores de mandíbula por el bruxismo, dolor de cuerpo sin explicación pero al que ya me he acostumbrado, piernas inquietas que hay noches que me llevan a la desesperación máxima... Sí, esto es una jodida mierda. A veces me pregunto si no seré simplemente una vaga, una perezosa, una blanda que no sabe imponerse a todo eso. Llevo años que lloro cada dos por tres, ¿depresión? No lo creo, al menos no ahora. Creo que es más bien frustración por todo esto. Todo esto me agota y más cuando también lucho contra mis pensamientos... ¿Qué voy a hacer? Quiero vivir, quiero que todo esto se vaya y ese es el motivo por el que no me rindo, aunque no tenga la seguridad de que esto tenga fin, aunque haya días que me tome un descanso de esa lucha y me quede en la cama.
Claro que también me ayudan las excepciones, esos días en los que siento que puedo comerme el mundo, que todo ha pasado, aunque sepa que no es así, al menos no de momento.
Uno de mis mayores miedos es que la gente a la que quiero se canse y se marche, no poder contribuir a la felicidad de mi pareja, ser una mala amiga, una hija que solo defrauda... Y perderme a mí misma de nuevo. Esos son los pensamientos que pasan por mi mente una y otra vez, los miedos que a la vez que me agotan me hacen seguir adelante, sin rendirme.
Hoy mi cirujano me volvió a hablar de la posibilidad de pasar de nuevo por quirófano y la verdad es que me da pánico.
Me han llegado a decir que si disfruto estando así... Obviamente no, pero antes de juzgarme les invito a que se pongan en mi lugar aunque solo sea durante una semana y después me cuenten.
Supongo que solo es que estoy cansada, aunque eso no sea novedad.
En fin, dejo mi perorata sin sentido y vuelvo a decir que no soy ninguna víctima, ni quiero dar pena, ni sentirme superior porque todos tenemos problemas y todos son importantes, nadie se merece menos porque cada uno siente las cosas a su manera.
Buenas noches a todos y gracias por leerme, por los comentarios, mensajes...y por aguantarme a los que lo hacéis día a día, sé que es difícil y lo siento pero no voy a rendirme y, por supuesto, me tenéis aquí, por muy cansada que esté o dolorida quiero formar parte de vuestras vidas, ayudaros en todo lo que pueda y estar ahí, para lo que haga falta.
Sé que soy fuerte y que pude, puedo y podré.



sábado, 7 de diciembre de 2019

Texto de @AminnCoffee

Un día me dije, si decides ser un águila vuela lo más alto posible, pero si decides ser un gusano, no grites cuando te pisen.
Sé que todos tenemos un tatuaje,
o muchos,
que definen nuestro pasado,
y el presente.
Por eso, cada día que nos
levantamos, mantenemos
la boca cerrada esperando
que algún día esta piel
que tanto aguanta desgarres,
heridas, cicatrices y clavadas de tinta,
pueda darnos alguna señal.
Tengo tantos tatuajes como cicatrices en cuerpo
que te va a costar saber
cuál es cada cosa.
Eso siempre me dicen.
También tengo estrías,
de adelgazar rápido,
o de engordar a lo bestia.
Será que nuestra mente hace mucho mal a nuestro cuerpo.
¿Hay algún momento en tu vida
en el que tengas la mente en blanco?
Indudablemente, la respuesta es un no rotundo,
subrayado y en mayúscula.
Nuestra mente se apodera de nosotros
por algo que en nuestro pasado nos ha marcado
y está constantemente recordando todo.
Lo bueno y lo malo;
solo que lo malo se plasma en la sangre
y circula hasta llegar al corazón
y, de ahí, al dolor.
Pero, en el fondo, sé que cuando
te miras al espejo y quieres
a la persona que se refleja detrás,
te veo invencible.
No quería decírtelo.
De verdad.
No quería ser yo quién te lo diga.
Quería que tú lo vieras.
Que lo huelas.
Que lo sientas.
Que lo vivas.
Que vivas.
Y no dejar que ni tu mente,
ni la puta vida,
te viva.

viernes, 6 de diciembre de 2019

Viernes.

Amigos.
Una de las palabras más bonitas que conozco, las personas que he elegido como familia.
No hacen falta planes especiales, solo un café y unas buenas risas, o incluso un banco cualquiera en una calle cualquiera.
Y olvidar los problemas, encontrar apoyo, verdades como puños y esa cálida sensación de sentirte querida.
Pero el tiempo pasa, estás ausente y sientes que todo se va perdiendo, que ya nada es tan fácil como antaño, que crecer es una mierda muy grande.
Y te aferras al pasado, no queriendo que nada se escape, con miedo de mirar al futuro e imaginarte sola en esos recuerdos que aún no han sucedido.
La amistad verdadera es una de las cosas más hermosas que existen y también de las más difíciles de mantener, pero cuando se logra es el mayor tesoro que puedes tener, un regalo incomparable.
Creo que la proximidad de la Navidad me hace reflexionar sobre muchas cosas y añorar momentos que no van a volver; la clave está en seguir adelante, aunque se tenga miedo, jamás estancarse y nunca dejar de luchar.
Además nadie dijo que fuese fácil.

jueves, 28 de noviembre de 2019

Palabras que hoy me atrevo a decir (colaboración de mpelmmc).


Cobarde, cobarde y cobarde. A mí sí me importaba que tu luz se apagase. Tu luz brillaba más que la de ese millón. El importunio de las metáforas es el reflejo que decides proyectarte. Me gusta pensar que tu forma de curarte era mandar mensajes cifrados, pero si era así, te equivocaste. Y supongo que ya te cansaste de luchar.

Si me preguntas a mí, yo también lo estoy. Y quizá no me haya pasado ni la centésima parte de lo que te pasó a ti (y créeme, me he informado), pero lo que hiciste nunca es la solución. Incluso gente con cadena perpetua puede llegar a tener momentos de efímera felicidad. Si querías no volver a cantar nunca, no haberlo hecho. Tenías gente que te idolatraba, gente que te quería, amigos y familia. ¿Sabes que tu mujer todavía no puede escuchar ninguna de tus canciones?

Me dejaste a mí, al igual que a millones de personas, que bajo mi punto de vista tenías la responsabilidad de no decepcionar, en vilo. En lo personal, a mí me afectó muy fuerte en su momento, y a día de hoy, una parte de mí sigue siendo tu fan.

Sin embargo, cuando pienso en ti lo primero que pienso es en la palabra cobarde. No seguiste luchando. Y ten por seguro que nunca voy a tomar eso como ejemplo. Yo no sé luchar (y hay gente que cree que lo hago decente), yo no firmé para esto, pero un fan con el ceño fruncido y con dos lágrimas que logran permanecer ahí mientras trato de escribir esto, no va a seguir tu ejemplo.

Tú te rendiste, y yo no lo voy a hacer. Asusta, mata por dentro y vete tú a saber lo que me espera, pero no me voy a rendir.

Voy a seguir idolatrándote en tu época buena. Cuando dejaste las drogas, cuando tu voz sonaba a sana y cuando decidiste intentarlo. Me va a seguir sirviendo de inspiración, porque a quién vamos a engañar, soy un gran fan Aún así, pienso con claridad y sé que dentro de un tiempo, todo mejorará.

Al final rompiste el hábito de la peor forma, y una gran luz se apagó. No era el sitio al que pertenecías y aún así te arrastraste omitiendo todo lo demás. Te rendiste y corriste lejos pensando que nadie te podía salvar y quién sabe si te arrepentiste de lo que hiciste, pero voy a tratar de no sentir más tristeza por ti. Al final, a mí sí me importará.


miércoles, 30 de octubre de 2019

Cicatrices


No hay cicatriz, por brutal que parezca, que no encierre belleza.
Una historia puntual se cuenta en ella, algún dolor. Pero también su fin. Las cicatrices, pues, son las costuras de la memoria; un remate imperfecto que nos sana dañándonos, la forma que el tiempo encuentra de que nunca olvidemos las heridas.
-Piedad Bonnett-

Nunca te avergüences de una cicatriz, significa que fuiste más fuerte que aquello que intentó lastimarte.

sábado, 26 de octubre de 2019

Depresión


La depresión no siempre es a las 3 am. A veces sucede a las 3 pm, mientras estás con tus amigos a la mitad de una risa y, de repente, paras mientras un jarro de agua fría emocional recorre tu cuerpo y te deja sin palabras; sin entender qué está pasando ni porqué. 
Y decides irte a casa. O seguir, ausente, rodeado de tus colegas, sintiendo la soledad más profunda en cada poro de tu piel.
Y alguien pregunta qué tal estás, porque te ve raro.
Y sonríes y respondes que no es nada, que se te pasará.
Sin saber cuándo ni cómo.
Este texto es de Paula Marín y es la primera vez que veo que alguien describe tan a la perfección una sensación tan familiar para mí y para muchas otras personas. La gente que no se ha sentido así nunca muchas veces son incapaces de comprender el motivo o de imaginárselo. Y no es necesario, simplemente apoya a quien esté así, sin decir nada, solo estando a su lado y, si lo necesita, abrazando y cogiendo su mano para que sepa esa persona que en ese pozo en el que está sumergida hay una mano que la sostiene de caer. La depresión no se cura diciendo ”sé feliz" o pasando de todo, se necesita terapia hecha por profesionales de la salud mental (un coach no lo es) y un buen entorno con relaciones sociales de calidad.
Muchas veces he estado rodeada de amigos y en un momento dado, con cualquier excusa, he tenido que huir de allí e irme a casa. Una vez en mi habitación sentía que estaba segura, a salvo de nuevo, y poco a poco recuperaba la estabilidad y me sentía mal por lo sucedido. Actualmente escucho a mi cuerpo y a mi mente y  no me permito sentirme mal por algo que sé que necesito. No será para siempre, estoy en ello, y cada vez son menores estas situaciones, pero mi prioridad soy yo, porque si yo no estoy bien, no podré ejercer mi profesión ni apoyar a la gente de mi alrededor cuando me necesiten.

domingo, 6 de octubre de 2019

Dolor

Acaban de irse los médicos tras decirme que aún no tienen claro qué órgano es el afectado, aparte de la vesícula. No me estoy muriendo pero sí que el dolor es horrible. Hoy he pasado el día sola, y se me ha hecho eterno, sobre todo porque hoy el dolor ha ido a peor y he sentido impotencia y ganas de llorar. Y miedo, mucho miedo, a que pueda volver el dolor en su máxima intensidad, a sentirme como el miércoles, que creí volverme loca mientras me retorcía sola en urgencias. Es curioso cómo reacciona el ser humano a veces; he estado mil veces sola en urgencias con alguna crisis epiléptica u otras cosas y nunca me había sentido así de vulnerable y asustada, la necesidad de que alguien me diera la mano y me dijera que aguantase un poco más, que todo pasaría. Hoy me sentí igual y puedo decir que tengo miedo al miedo de sentirme así.
Buenas noches (espero) y desde aquí les tiendo la mano a los que se estén sintiendo así.

lunes, 9 de septiembre de 2019

Fragmento


Qué fácil callar, ser serena y objetiva con los seres que no me interesan verdaderamente, a cuyo amor o amistad no aspiro. Soy entonces calma, cautelosa, perfecta dueña de mí misma. Pero con los poquísimos seres que me interesan... Allí está la cuestión absurda: soy una convulsión. De allí proviene mi imposibilidad absoluta para sustentar mi amistad con alguien mediante una comunicación profunda y armoniosa. Tanto me doy, me fatigo, me arrastro y me desgasto que no veo el instante de liberarme de esa prisión tan querida. Y si no llega mi propio cansancio, llega el del otro, hastiado ya de tanta exaltación y presunta genialidad, y se va en busca de alguien que es como soy yo con la gente que no me interesa.
-Alejandra Pizarnik (Diarios)-

lunes, 19 de agosto de 2019

Vuelta.

Como las hojas cuando se acerca el otoño, que sienten que es momento de caer, así me siento yo contemplando el final de un verano lleno de instantes buenos pero también algunos malos.
Mi mente sabe que es hora de volver a la rutina, de trabajar más que nunca para alcanzar mis metas, pero también desearía quedarme así, o parcialmente así, ya que no se puede vivir en un verano eterno que acabaría siendo la rutina de la que huyo. La vuelta significa extrañar; extrañar el sillón verde, la cama que cruje a cada movimiento, la música en el baño, las magdalenas en el armario y los helados que se acaban demasiado rápido... extrañar ir de compras al Aldi, al cine o al chino a por regalices pero, sobre todo, extrañarlo a él y maldecir los kilómetros que nos separan.
Puta rutina, puta distancia...
Benditas las fechas que nos veremos y, a la vez, malditas por pasarse en un suspiro mientras que el tiempo entre medias dura una eternidad...
Ánimo a todos los que volvéis a vuestras rutinas, pensad que no son eternas aunque lo parezcan.

jueves, 25 de julio de 2019

Verano

Casi dos meses desde la última entrada y no es por falta de ganas de escribir sino por falta de tiempo.
No, no he dejado el blog pero termino los días con ganas de irme a dormir después de la autoescuela, estudiar... y disfrutar, claro.
Me sorprende cómo estoy cambiando en este último año; no sé si realmente es tan perceptible como lo siento yo pero el cambio está ahí.
He hecho cosas que no pensé que haría nunca y creo que ahí está la clave, en abrir puertas cerradas con el "no puedo", como dice la canción. Y ese es mi problema, que he vivido diciéndome que no podía o que no debía cuando lo único que me lo impedía era el miedo, era yo misma.
He aprendido que el primer te quiero debe de ser el que me diga a mí misma porque si yo no me quiero entonces nada va bien; he aprendido a aceptar cada una de mis imperfecciones, a callar la voz que me decía que no merecía la pena, a ver más allá de mi imagen en el espejo.
Aún me queda mucho, muchísimo, por avanzar pero estoy en el camino correcto, ahora lo sé, estoy dónde quiero estar y haciendo lo que quiero, cumpliendo mis sueños o al menos intentándolo.
Y sí, hay días malos, días en los que las lágrimas acuden a mí y se niegan a irse sin ser derramadas pero ahora sé que debo permitirme esos días, desahogarme, escuchar lo que mi cuerpo y mi mente me están diciendo y no ignorarlos como siempre he hecho. Sé que los días malos acaban cuando el sol vuelve a salir y por eso me permito llorar, porque sé que durante demasiado tiempo me lo prohibí y ahora necesita salir.
Me he prometido a mí misma mimarme, cuidarme, porque no hay nada seguro excepto que nuestro cuerpo y nuestra mente son nuestro templo, nuestro hogar, y como tal deben ser cuidados.
Estoy con la persona que amo, tengo familia y amigos que me quieren y me apoyan y soy feliz, estoy viviendo en vez de limitarme a sobrevivir. Voy a examinarme este lunes del práctico de conducir, en septiembre seré psicóloga oficialmente y voy camino de hacer las oposiciones y el máster con el que siempre soñé. Y sé que nada será fácil, la subida requiere esfuerzo pero las vistas desde la cumbre de un sueño realizado son una de las mejores sensaciones. Físicamente aún sé que no estoy bien, pero he aprendido incluso a aceptar y asimilar eso, aunque no pienso rendirme, pienso llegar al punto de poder decir: estoy bien.

Y ese sería el resumen de este año... Ahora voy a seguir disfrutando del regalo más valioso: de la vida. No hace falta que os recuerde que estoy disponible en el correo para todas aquellas personas que están en su lucha particular, que siempre estoy dispuesta a escuchar y tratar de ayudar.

¡Buen verano!

jueves, 30 de mayo de 2019

Colaboración de mpelmmc

Hello.

Here we are again. It's been a while. And this time I'm even talking in a different language.

I don't even know how to start this. In my 23 years of existence I've been proud of myself twice. And one of the times I didn't even had to, but I still did. If I tell this to someone, I'm scared to see their face. I'm scared of knowing that by telling someone something they just won't believe, they won't understand or worse they won't care. And this is not an example. It happens to me with everything mattering-worth that I have the willing to tell somebody. I can't allow myself to lose conficence in what I tried to build over the years. And I can't because I know if said thing happens, there's no turning back. I've been struggling to tell people my stuff for so long and if I feel slightly uncomfortable while doing so anytime, I think I will just stop doing it for decades.

It's a big weight I put on my friends shoulders everytime I have to tell something, though they are amazing and they hold it just fine. However, this time I will share it with some of you. Not pointing straight examples nor even explaining what was (and still is) going on, but I feel like doing it. I'm going to point out some feelings I've been having and some thoughts without an specific order. I'm going to puke whatever I remember it happened in my mind lately.

This last couple of months were hard. Very hard. I've been fighting into a lost war for some time and it isn't going to change anytime soon. I'm here to force myself believe that some day this will end. I will somehow, someway, find the courage to ask for help. Eventually I will look at the past and I will happily see how I sorted everything and I will be happy about myself for the first time in a long time.

I know how everything started, I know how I could possibly change it, I do foresee the possible steps I could take in order to fix my fking live for once but what worries me the most is I'm not willing to. I'm in an "okay" status being like this, and that's what I don't understand about myself. Why would I be ok being bad? I still struggle knowing why. May it be because I want to call someone's attention? May it be because I don't have enough self-value and self-confidence to deal with it? may it be because of my already known problem of difficulty coping with problems? May it be because I need to upgrade into Tinder plus (or however its called) and fuck already? Or maybe I'm just out of my mind already.

I know for fact that I ain't gonna kill myself (in case someone came this far). Despite how depressing all of this may sound I've been worse and I managed to survive despite everything. This time it won't be different.

It's so hard knowing me. I don't give hints of my personality, desires or fears until we know each other for so so long. I don't understand how my friends are even still my friends and they're able to hold me without throwing stones in my head because of my inability to conversate like an actual human being. Maybe I will understand it some day but oh boy I love them.


I am in a better mood, I am in a better company and I definitely am willing to surpase everything in some time. I am not alone on this, I am aware of that and I sometimes take advantage of that. All of this has changed since the last time I was in this kind of situation and... if feels good. Very good.

In case someone is wondering, I write this in English because I don't feel like I'm actually telling this out loud, and yes, it helps me to express things I have stored. What can I say. I'm a weirdo.

Aaaaand... that's it boys and galrs! I wonder how many of you came to this point. I'd tell to you to comment some meme like "taciturna" in the comments if you got this far but hey, who are we in this world to order someone to do something?

I'm gonna link the current meme everyone's using in case you didn't understood the word I said above. Gosh, I'm in a bad spot in my life but this girl? At least I'm not tacirtuno. Or maybe am I?

https://twitter.com/angelcarrillop/status/1131739228642140160

jueves, 9 de mayo de 2019

Once años después de ti.


Once años exactos desde que no estás. Once años de extrañar cada abrazo y cada momento contigo. Fue justo antes de mi cumpleaños, recuerdo que teníamos todo planeado desde hacía un mes para que fuese perfecto, pero nunca pudimos llevarlo a cabo.
A veces pienso que la vida es muy puta y muchas veces se ha torcido haciéndome sufrir, quizás demasiadas. Luego me pongo a pensar en qué habría pasado si no hubieses tenido que partir. Probablemente estaríamos vivas y enfermas, o a lo mejor muertas, pero juntas. Viviendo algo que no se podría llamar vida, sufriendo, pero juntas. O  tal vez estaríamos curadas y ahora nos haríamos ese tatuaje que nos recordaría lo que superamos, siempre juntas, y te pido perdón por no haberlo hecho, por ti y por mí, pero las circunstancias han cambiado y seguro que lo entenderías. Probablemente todo sería distinto y muchas personas que hoy son lo más importante para mí no estarían. Pero estaríamos juntas. Cada vez son menos las veces que me detengo en ese pensamiento porque no tengo poder sobre el pasado y porque por fin descansas sin sufrir,. Tengo la sensación de que sigues cuidándome siempre, que me miras desde arriba y sonríes con esa ternura tuya.
Ahora, la mayoría de las veces, pienso en lo que he hecho con la vida que me ha tocado y me siento bien porque es lo que me hace ser quién soy y no puedo cambiar lo que pasó.
Once años me ha costado ver el final de esta jodida enfermedad que acabó con tu vida, pero ya siento que rozo el final con los dedos.
Tú fuiste la motivación que me hizo reaccionar, la promesa que te hice me mantuvo luchando por ti hasta que he sido capaz de hacerlo por mí misma. Creo que es lo más importante que te prometí y te imagino feliz por haberlo logrado.
Hoy estoy orgullosa de lo que he conseguido porque, a pesar de mis errores, que han sido innumerables, he llegado hasta aquí. Hoy, estoy en el camino de formarme y ayudar a otras personas para que no pasen por lo mismo. Y es gracias a ti, a tus palabras, que me dieron el impulso para no hundirme cuando te convertiste en estrella.
Mi Tuki, mi mejor amiga, mi hermana... Hoy ya no siento rabia por lo que te pasó pero sí sigue doliendo aunque de una forma que hace que convierta ese dolor en impulso para luchar por mí, como tú querías.
Porque dijimos siempre y será para siempre, pequeña estrella.

sábado, 4 de mayo de 2019

Reflexión por el día 2 de mayo, día de la lucha contra el acoso escolar.


Hoy es el día de la lucha contra el acoso escolar pero no creo que sea un día de celebración sino más bien de reflexión y de coger fuerzas para seguir luchando. El día que el acoso escolar quede erradicado, ese día, sí que será de celebración.
Estoy muy contenta de formar parte de la Asociación Afyvam y poder aportar mi granito de arena como hoy, que hemos ido a Aragón TV a tratar de darle visibilidad para que se tomen medidas; porque de nada sirve tener protocolos contra el acoso si no se aplican o se mira para otro lado... Y no, no son cosas de niños, ni es culpa de la víctima, ni existe ningún perfil de víctima. Intentemos tratarlo desde la prevención porque una vez que aparece las consecuencias pueden ser nefastas, así que eduquemos desde el principio en el respeto, la empatía y la igualdad y no en la violencia o los insultos.
Desde aquí, animar a los que están luchando y decirles que no se rindan nunca, que no callen, aunque solo sean espectadores, el silencio es también una forma de perpetuar el acoso.
Les animo a que busquen ayuda porque aunque a veces lo parezca por cómo actúan ciertos organismos, no están solos, nosotros les apoyamos.


jueves, 2 de mayo de 2019

¡Sí se puede!


He pasado dos semanas fuera de casa y ha sido genial, no solo por la compañía, que ha sido maravillosa, sino porque me he sentido normal en las comidas.
Hacía muchísimo tiempo (años) que no comía primero, segundo y postre (aunque por mi estómago no sea posible terminarlos). Y me he sentido bien, muy bien.
Ahora, ya de vuelta en casa, la sensación de bienestar sigue; no hay pensamientos ni distorsiones, solo el recuerdo del viaje. No hay ninguna voz enferma que me diga que he hecho mal por comer, por vivir en vez de sobrevivir simplemente. Y eso me hace feliz, me hace sentir orgullosa de lo que he avanzado aunque todavía me cueste creerlo.
A aquellos que seguís luchando os aseguro que merece la pena, de verdad, rendirse no es una opción y nadie dijo que fuese fácil. Si caes, levántate y no te quedes revolcándote en ese tropiezo porque no merece la pena, solo céntrate en tus logros y en avanzar.



miércoles, 27 de marzo de 2019

A mi ángel


Ayer fue 26, ayer hizo un año. 365 días sin ti. Dije que solo me iba a permitir pensar los 26 de marzo pero no he podido porque en verdad estás en muchos pensamientos. Ayer, al cumplirse un año de tu partida, recibí la noticia: TCA superado. Todavía no me lo creo, aún pienso que ha sido un sueño pero no, es la pura verdad, y estoy feliz por ello y triste porque nunca celebraremos juntas todo esto. O al menos no en esta vida.
Mi Parabatai, mi Pandora, mi pequeña... Es imposible llenar el vacío que dejaste y tampoco lo voy a intentar pero espero que estés orgullosa.
Siempre, guerrera 🌟

domingo, 27 de enero de 2019

Reconocer cada uno de tus errores sirve para darte cuenta de lo que has perdido y poder castigarte por ello. Joder, he perdido mi corazón, mi vida. Y por mentiras que no me han llevado a ninguna parte, por no saber gestionar mi pasado y dejar que se mezclase con mi presente. Avancé mucho, sí... Pero no lo suficiente. Ya había quemado la confianza antes de pedir ayuda y eso ha desencadenado en esto. Ahora estoy escribiendo por aquí porque no quiero molestarle, porque a pesar de saber que llegó el momento de rendirse yo sigo luchando por ese infinito que se me escapa de las manos. Hoy le recé a Dios pidiéndole mi segunda última oportunidad, a sabiendas de que es algo que no existe porque lo último es lo último. Hoy he vuelto a despertar empapada en sudor en el sofá, incapaz de regresar a una habitación en la que todo me recuerda a ti, aguantando las ganas de escribirte por miedo, el puto miedo. Hoy me di cuenta de porqué tenía sentido mi día y el motivo era saber que estabas ahí. Hoy soñé que me llamabas para decir"una más" y supe que era un sueño. Ojalá vivir en sueños porque la realidad es una putada ahora mismo.

sábado, 26 de enero de 2019

Y me rendí, simplemente perdí la guerra y me sentí tan vacía que dejé de sentir. Y me dejé caer.

miércoles, 16 de enero de 2019

3 años

Tres años desde que no estás, Yaya, y parece una eternidad. Hace poco soñé que teníamos esa conversación pendiente y fue liberador.
Siempre me decías que soy fuerte y puedo con todo, pero no es cierto; tu ausencia puede conmigo. Tengo tantas cosas que contarte, tantos abrazos por darte... Y ya es tarde.
Estés donde estés, no te olvido.

Te quiero mi ángel.