Desgarros

¿Por qué,  si está más que superado sigue doliendo? ¿O acaso es rabia?  Sabes que no te merece, que mereces alguien que te valore, que te respete... Y además suspiras por alguien más, aunque ese alguien no sé de cuenta... ¿Siempre duele así esto del amor?

...

Sentimientos encontrados... Queriendo gritar por un lado lo que siento y por otro sabiendo que es mejor callar. Anhelo decirte que me gustas, que cada mensaje tuyo me hace sonreír, que estoy deseando que llegue el día en que sé que voy a verte y si al final no es así, mi día se nubla hasta el fin de semana siguiente, cuando vuelvo a tener la esperanza de verte... Pero tú no sientes lo mismo, por eso callo, porque prefiero tu amistad antes que nada, aunque duela.

Hasta pronto.

Hoy he perdido a una persona muy importante en mi vida. Puedo considerarme afortunada pues no todo el mundo tiene tres abuelas, y yo, gracias a ella, la madre de mi padrastro, que me acogió como una nieta más, puedo estar feliz. Pero hoy es uno de esos días que ojalá fuese una pesadilla de la cual despertar y descubrir que no es real; pero por desgracia no lo es. Ahora es cuando pienso que ojalá hubiese estado más con ella, pero ya es tarde, y solo me queda dar gracias por lo maravillosa que era... Yaya, ahora podrás descansar, hasta que nos volvamos a encontrar...Siempre en nuestro corazón, te quiero.

¿Podría ser?

Tormento...anhelo...deseo. "Dios, me quita el aire". Aquella emoción me devoraba de forma incomprensible. "¿Por qué me siento así?  ¿De dónde nace esta fuerza, esta pena? Desconozco su naturaleza, no puedo controlarla... Pero noto que forma parte de mí, me devora desde dentro, como la carcoma. Ha clavado sus raíces en mi interior sin que me diera cuenta, sin que pudiera detenerla. Se ha apoderado de mí y crece cada día".
No puedo darle un nombre, pero hace daño.
¿Y si es remordimiento? No, es más intenso.
¿Es dolor, entonces? No, es más violento y profundo.
¿Es tal vez el otro lado del dolor, salvaje y ardiente? ¿Es quizás el amor del que todo el mundo habla? ¿Podría reconocerlo si me golpeara también a mí, con sus flechas afiladas? ¿Puede el amor golpearte repentinamente y arrollarte como un tren a toda velocidad, incapaz de detenerse?¿Puede ese sentimiento ser tan devastador y quemar como lava, nublar tus pensamientos y dejarte sin alternativas? Como un ladrón, ávido y silencioso, se lleva tu alma y cada parte de ti, mientras tú te quedas inmóvil observando, inerme, espectador de ti mismo, sin vía de escape.
Una oleada de pura emoción me invadió y de repente lo vi todo claro: aquel latido que percibía era él, que estaba naciendo en el rincón más profundo de mi corazón, como una flor que se abre camino por el hielo.

[Fragmento de Hechizada, de Elisa S. Amore]

La estrella que más brilla.

Se va acercando el invierno y con él llega el fin de esas noches en el río viendo un cielo despejado cuajado de estrellas, contemplándote a ti, mi pequeña estrella. Nueve años hace hoy que te marchaste y son nueve años de no olvidar, pese a que ahora duele menos... Nos vemos en las noches de verano, amiga...

Luces y sombras..

Cincuenta sombras... Un libro que tiene tanto fans como detractores, pero que en algo tiene razón: en el momento en que Christian afirma tener 50 sombras. Todos tenemos luces y sombras; luces que mostramos y sombras que tratamos de ocultar por el miedo al que dirán o al rechazo. Y esto me hace preguntarme si la realidad superará algún día la ficción... ¿Habrá alguien que acepte mis luces y mis sombras? ¿Existirá ese amor tan buscado?  Porque de una cosa estoy segura, si me entrego tiene que ser al cien por cien, lanzarme al vacío una vez que estoy segura de lo que siento y esperar que esa persona me acepte y funcione. Hay algo que también se ve reflejado en el libro... El Amor nunca es fácil, pero puede ser precioso, con sus luces y... Sus sombras.

No te ves

Llevaba ya un par de años sin recordar cómo se sentía esa distorsión de la realidad, ese miedo, ese saber que no todo es como tú lo ves. Oigo a mis compañeras, continuamente preocupadas por sus cuerpos, por su peso, y trato de animarlas, de decirles que ellas no ven la realidad. Pero hoy... hoy las cosas se han torcido, hoy he sido yo la que se ha dado cuenta que hace tiempo que dejó de verse y que solo se ve como ella cree. Tal vez sea que la carrera me está afectando, pero es lo que quiero hacer y no soy de rendirme, por mucho que cueste. Pero ahora tengo más experiencia, ahora sé lo que hay, y sé que esto no me va a vencer de nuevo, me niego; esta vez lo afrontaré con una sonrisa y sin dejarme vencer.

Todo tiene un final.

Ese momento en que lo ves, y sientes que no sientes nada, y por ello sientes un vacío, una nostalgia por los sentimientos que allí había. Y por un instante deseas sentir algo, y sientes rabia hacia él. Decides respirar hondo y detener el tiempo un segundo para mirar en tu interior; para escuchar lo que tus seres queridos llevan tanto tiempo diciéndote, lo que tu corazón intenta que entiendas pero tu mente se niega a aceptar: es el final, y lloras, pero de alivio porque al fin lo has comprendido, al fin te has liberado de lo que te mantenía prisionera en la tristeza, de la culpa y del círculo vicioso que tu misma habías creado. Te calmas y unos ojos se cruzan con los tuyos, y tu estómago da un vuelco; una tímida mariposa revolotea por él, y una sonrisa comienza a aflorar en tus labios y te preguntas ¿será demasiado pronto? Y tienes miedo, miedo a que te lastimen de nuevo, pero en tu interior sabes que no vas a dejarlo pasar, que lo vas a intentar y que en el camino aprenderás a estar de nuevo contigo misma. Porque hoy, amiga, hoy, has vuelto a sonreír.

Difícil

¿Tan difícil es encontrar el amor? Alguien que, simplemente, te quiera tal y como eres. Que te abrace cuando caigas, que comparta tus alegrías pero también tus tristezas... Y sigo buscando ese amor que no llega.

No quiero admitirlo

¿Qué está pasando? ¿Cómo puede ser posible? Estaba tan serena, empezaba incluso a estar bien conmigo misma en soledad, pero apareciste tú. Apareciste tú con tu sonrisa y volví a creer.
Quisiera saber qué pasa por tu cabeza, si anhelas mi contacto cómo yo suspiro por un beso tuyo, si acaso empiezas a sentir lo mismo. Pero jamás preguntaré, por miedo a volverme a romper, porque me asusta volver a sentir estas mariposas, estos nervios, por ello prefiero la incertidumbre, el no saber, antes que llorar de nuevo...porque prefiero no admitir que me gustas.

Retorno

Hola! De nuevo retomo el blog, que lo tenía super abandonado pero esta vez con intención de ser constante, espero que os guste ^^