Sin control

Rodeada de letras, es mi refugio, donde nada malo puede ocurrir, donde la mente no piensa y el corazón no siente excepto lo que sienten los personajes del libro de turno. Llevaba mucho tiempo sin leer tanto, no tenía tiempo o estaba demasiado feliz para sentarme a leer, llena de cosas por hacer. Cuando llevas tiempo con una medicación psiquiátrica potente, te haces adicto, y cuando es momento de quitarla se pasa mal. No todo el mundo lo ha experimentado, pero no es agradable. Estaba estable, bien, pero era la medicación y ahora ya no la tengo. Me gustaría poder explicar cómo se siente no tener control sobre mí, saber que lo que hago o digo es irracional, que es exagerado, y no poder evitarlo. Tener un nudo permanente en la garganta y la ira luchando por salir, tanto tiempo encerrando sentimientos y ahora quieren salir en explosión. Me siento sin control y no diré incomprendida porque apenas lo entiendo yo, me daría de bofetadas. Todo este tiempo haciéndolo bien y he vuelto a cortarme ¡rompí mi promesa en un estúpido arrebato! Y son días de no tolerarse, de verse mal con todo, enorme... E inútil. Y esa voz que siempre te saca adelante se ha esfumado, ahogada por lo negativo. Sé que esto pasará pero ¿a cuántos perderé por el camino por no saber controlar mis borderías? De verdad que intenté mantenerme alejada pero no se puede.
No todo es negro, también está esa gente que te ilumina, y hoy mi agradecimiento va para Justiciero38 que ha soportado mis gritos absurdos y aún así no ha cortado la videollamada. Gracias, mil gracias.

A toda esa gente que sé que sabéis de que hablo... Paciencia... Es una porquería pero pasará, todo pasa. Y aquí estoy, para escucharos en lasflacasteleen@hotmail.com siempre.

Felices 22!!

Hoy no es un día cualquiera porque hoy nació nuestra Andy, hace 22 años ¡qué mayor te nos haces! Pero eso sí, tan guapa como siempre. Espero que nunca cambies y que podamos celebrar muchos más cumpleaños juntas, eres de las mejores amigas que se pueden tener!
Loff yuu bitch!
Martita_

Estúpida.

Estúpida. Es todo lo que pienso mientras me derrumbo, rememorando aquel día de verano, todo ese dolor. El corazón sí se puede romper dos veces, aunque ahora me siento vacía. Vacía mientras comía esa napolitana que he vomitado a base de llorar. Patética. Tres cortes hacen que sienta que sigo viva. DUELE. Imbécil, que pensaste que te quería, que alguien lucharía por ti. Mis propios libros parecen burlarse de mí con su título "Mi infierno personal", pero soy yo la que se ríe, quemándolos en  mi imaginación, pensando como pude ser tan hipócrita de pensar que esto tenía cura. Al otro lado, todo lo que tengo que estudiar y que sé que no voy a tocar. Porque por fin sé que no es para mí. Y esto es una caída más, pero no tengo ganas de levantarme, esta vez no, he tomado la decisión de quedarme en mi refugio, en mi cama, donde no duele nada, donde nadie puede hacerme daño.
Como nada es para siempre, esto es una despedida temporal, necesito aislarme y no sufrir, solo os doy el consejo más sincero de todos: jamás, jamás, creáis en el amor. Porque no existe.

Conociendo a Skinny

He tenido dos amores hasta ahora en mi vida. Y ambos han sido destructivos. El primero fuiste tú, que me traicionaste de una manera que me destrozó. Pero a pesar de todo fui la tonta que se arrastró, soy la tonta que lo sigue haciendo... Aunque jamás lo merecerás.
Mi otro amor nunca me ha traicionado pero igualmente es dañino, peligroso. Es la perfección, yo la llamo Ana tú la conoces por anorexia. Día tras día, persiguiendo ser delgada, luchando por desaparecer, llenándome de cortes que parecen burlarse de mí cobardía por no acabar de una vez con todo. Y así un día tras otro, fundiendo mi tiempo en amores inexistentes, en amores que destruyen.
Pero sé que un día llegará esa persona que me ayude a derrocar mis monstruos, que sepa encontrar algo hermoso en mí, y no serás tú, aunque también puede que hasta entonces me hagas caer una y otra vez. Y sé que dejaré a Ana algún día pero hasta ese momento bailo con ella a un son que poca gente entiende...
Desde aquí, gracias a @Andy por dejarme colaborar en su blog y desahogarme. Y sobre todo por ser esa amiga inesperada que aparece en el momento indicado y que entiende sin juzgar... Algún día veremos lo que valemos ❤

Tiempo al tiempo

Al borde de un precipicio imaginado; una caída de varios metros contra las rocas es lo que me espera por fallar. Son días teñidos de inseguridad... De sensación de pérdida inminente. Siento que no tengo nada estable en mi vida: si fallo esa asignatura, tendré que decirle adiós a la carrera; y miro atrás y me costó llegar un montón pero ahora me pregunto cuán válida soy, sino serían expectativas demasiado altas. Frustración. Y en casa, más de lo mismo, pero con impotencia añadida por no tener la solución, por ver a mi madre en su lucha y ya cansada. Ira, también siento ira. Ira hacia mí misma, pensando en qué es lo que falla en mí, en saber que jamás nadie dirá eres mi vida, nadie luchará porque no lo merezco. ¿Cómo me van a querer si no me quiero yo? Es cierto, ahora algo ha mejorado, ya soy capaz de llorar, cada noche en mi almohada, buscando un sentido a todo este caos... Buscando esa voz que me diga "te necesito en mi vida" pero que nunca llega. Y mientras escribo sé que solo lo hago por necesidad, necesidad de soltar todo, porque hace un momento he actuado mal, dejando ver mi frustración, pagándola con quién no debo pero a veces mi máscara se rompe...
Una lágrima solitaria que desciende por mi mejilla, o al menos lo intenta porque la atrapo rápido. No. Estoy en el autobús, no es momento de romper, la noche pronto llegará...

Sexo [Skinny y Andy]

Hoy quiero traeros un tema tan conocido como lo es el sexo.
¿Tan importante es?
No niego que tenga algo de importancia pero me repatea la gente que compite por adquirir experiencia... ¿Qué importa con cuánta gente te hayas acostado? Parece que algunas personas compitan tal vez por miedo al compromiso o por falta de algo en su vida. Y no. No es así. Prefiero acostarme con los justos (cómo si es uno) que hacer una colección, porque prefiero sentirme única a ser una más y porque he aprendido a valorarme. No digo que si surge haya que rechazarlo siempre pero de ahí a ir buscándolo...  Pero esa es mi humilde opinión y respeto las de los demás.

[Skinny y Andy]

Quien tiene un amigo tiene un tesoro (Martita_ en versión relato)

Suena el móvil con un WhatsApp y lo ignoro, como siempre que estudio, pero vuelve a sonar, esta vez con una llamada. Miro la pantalla y reconozco el número; lo cojo, sabedora de que tiene que ser importante si me llama. Solo oigo una voz contenida, una voz que me pide ayuda, esta vez directamente y no lo pienso dos veces: dejo todo y voy, porque en este instante no hay nada más importante. Y porque nunca suele pedir ayuda. Llego y entre mis brazos se derrumba, echando todo su dolor al exterior en forma de sollozos incontrolables que muy poco a poco se van calmando. No hablo, no es necesario todavía, luego ya habrá tiempo de charlar y aconsejar.
Luego notaré mi sangre hervir contra la persona que le haya causado esta desazón, mis ganas de venganza se activarán...a sabiendas de que pese a todo no puedo protegerla del mundo...Pero aún no.
Ahora es tiempo de abrazar y de amistad.

4 meses y sigue pareciendo ayer.

Los exámenes se acercan y deberían ser mi único pensamiento pero hay alguien que nunca abandona mi mente: tú, abuela. Hoy hace cuatro meses que te fuiste y parece que fue ayer, sigues haciendo falta en cada día, cada instante... Todavía duele esta ausencia y probablemente duela por mucho tiempo más; ese día perdí a mi segunda madre, a aquella que me enseñó tantas cosas de valor incalculable pero que se olvidó de enseñarme a estar sin ella. Y ojalá ahora pudiera estar entre tus brazos, oír tu voz cada vez que entro a tu habitación y te hablo, escuchar lo que tienes que decirme, los consejos...
Hoy son cuatro meses, largos como un duro invierno y a la vez cortos, como si te hubieses ido ayer...
Te quiero y no te olvido, abuela.

Niños [mpelmmc]

Pago con la tarjeta bus de aquí, de Zaragoza en el veinticuatro, y me preparo para otra jornada más de mi vida.

Hoy tengo suerte. Mi asiento favorito, el de delante con vistas frontales a la carretera está vacío. Me encanta ver el paisaje y estudiar cómo funciona la carreta. Sé que sólo tengo doce años, pero de mayor quiero conducir un coche y este quizá sea una especie de primer paso para familiarizarme, siempre mirando hacia delante.

Pero otro sentimiento, mucho más fuerte que el de querer conducir se apodera de mí, y nubla mi vista. Mi cabeza baja y sale una lágrima.

No sé por qué me sorprendo. Como siempre, hoy mi día no va a ser bueno. Me miro la ropa que llevo: una camiseta amarilla fosforito, con una sudadera y pantalones, uniforme de educación física que me señala dónde voy a ir al salir del autobús.

Al salir de este, voy con un pañuelo preparado por si a otra lágrima se le ocurre salir a lo que me gusta llamar mi infierno personal. A partir del camino del autobús al colegio no puedo mostrar ningún signo de debilidad hasta que lo vuelva a coger de vuelta. Me lo prohíbo todos los días, y para qué mentir, me suele salir bien.

Ya en clase, a primera hora, lo de siempre. Nadie me dirige la palabra y llegan los profesores. Realmente lo prefiero antes que los insultos y los pinchazos: cuando se aburren los de atrás, suelen sacar el compás y hacer algún orificio en la espalda. Ellos se aseguran de que sea un lugar donde no llego para que no pueda tapármelo.

Aunque por ahora no hay nada raro. Las tres primeras horas acaban y eso significa que podemos ir al recreo, o bueno, que puedo seguir estando sólo, pero ahora al aire libre.

Pero aquí se tuerce todo el asunto. Lo que me ocurre sé que lo va a agravar todo a partir de hoy. Miguel, el hijo del director, parece que tiene ganas de guerra. Baja las escaleras del comedor hasta el patio y me localiza con su mirada. Se dirige hacia mí, aunque yo realmente estoy pensando que sudará de mi cuerpo, como hacen todos, pero no. Hoy quiere pegar a alguien, y para qué mentir: pegarle a alguien como yo, indefenso, sin amigos, es la mejor opción.

Cuando llega a mí, me empuja contra el suelo, lo que origina que me dé con toda en seco contra el suelo de cemento poco cuidado, en una acción que en un futuro descubriré que podía haberme dejado tetrapléjico.

Con prácticamente todo mi curso mirándome, incisa varios golpes sobre mi estómago y sobre la cara. Estoy totalmente indefenso. Está encima de mí y sus rodillas sujetan mis brazos, indefensos. Trato de escapar por todas las vías posibles, y no sé qué me lo impediría más: sus piernas sobre mis articulaciones o el corro de gente alrededor.

Cuando acaba la paliza, y todo el mundo me mira sin cesar, las lágrimas reprimidas antes salen. Muestro mi debilidad, y quizá me arrepiento, o quizá no. Estoy abrumado y voy corriendo al baño, a eso, a llorar.

¿Tan difícil era respetarme? ¿Tan mal les caía a todos? Y sobre todo. ¿Por qué los niños?

[Esta historia está basada en hechos reales vividos por mí, mpelmmc.]

Decisiones (Andy y Skinny)

He tenido oportunidad de dormir entre otros brazos que no fuesen los suyos pero nunca terminé de sentirme cómoda; hasta esta semana. Esta semana he vuelto al que era mi refugio favorito, al hueco entre sus brazos, ese que no apreciaba tanto como debiera y que después añoré cada noche. He vuelto a sentir ese calor recorriéndome, esas sensaciones que solo provoca él y que estaban dormidas. Es cierto, otros me han provocado sensaciones nuevas pero no se comparan con estas familiares: sentirme pequeña, protegida, sentirme hermosa. Eso sólo me pasa con él.
Y sé que es el momento de tomar decisiones pero ¿alguna vez tuve en mente otra cosa? Sí, la tuve, lo intenté pero... Sé lo que me pide el corazón o, más bien, a quién. Mi mente se ha resistido, pidiendo opiniones, a sabiendas de que acabaré haciendo lo que me venga en gana pero hay algo distinto, un nuevo miedo... Siempre he dicho que nunca he tenido miedo a decir te quiero, pero ahora sí lo tengo, y ese miedo hay que vencerlo, yo esperaría océanos de tiempo por él, ¿y el por mí? Es lo que me grita mi mente...
Dicen que es mejor enamorarse de las locas, de las raras, porque las cuerdas atan... Yo soy la rareza en la locura, una pluma movida por el viento pero cuyo corazón tiene grabado un nombre, un nombre por el que siempre ha estado dispuesta a luchar, incluso cuando todo parecía perdido...  [Andy]

Es lo único que me frena, ese te quiero que pende en el aire, porque por más cosas que se digan, ninguna se asemeja a que te digan un "te quiero" sincero con todas sus letras.

[Skinny]

Porque hay decisiones que simplemente están esperando a que seas consciente de ellas, decisiones que hace mucho tiempo que están tomadas... Te quie... Esta vez, tú primero, no hay prisa. 

[Skinny y Andy]

Toooodos locos (Martita_)

O yo me estoy quedando anticuada o el mundo se está volviendo loco. Empecemos por comentar un suceso médico: nuestra querida Andy fue al médico (todos le dicen que tiene que engordar y que no adelgace más) pues bien, esta nueva doctora "nutricionista" le dijo que tenía que adelgazar dos kilos y la puso a dieta... Vamos a ver, agilipollada, ¿Quieres matarla? ¿Sabes leer? Lo digo por la parte en la que dice TCA... Este es un claro ejemplo de una que se ha sacado la carrera de rodillas. Bien, otro ejemplo es irte a cenar y que todos estén con el móvil hablando por el grupo, teniéndose enfrente!! Cacho lerdos, usad las palabras por el amor de Deu! Y ya para rematar viene el típico chulo que lo rechazas (primero él te humilló) y como con semejante ego no lo entiende pues te trata de zorra... A ver cariño, no eres tú... Bueno, qué cojones, sí eres tú, porque yo soy estupefantástica. En resumen, todos locos (todas putas no eh que aquí se respeta la libertad sexual) y yo me voy a por una cervecita y una croqueta y a ver como el mundo se vuelve majara, seguro que dentro de ná necesitan psicolocas buenorras y ahí estaremos Andy y yo.
Feliz sábado, mis divinas criaturas! ❤

Confusa [Skinny y Andy]

No sé lo que siento. ¿Por qué me tiene que hacer sentir así? Saca lo mejor y lo peor de mí. No quiero ser tan estúpida, no quiero que derriben mis defensas no quiero sufrir. Imbécil... ¿No has tenido suficiente? No sirves para jugar pero tampoco crees merecerte el amor...
Y te vuelves fría, lo intentas con todas tus fuerzas porque sabes que así no duele pero entonces descubres que el dolor está dentro de ti, que eres tú la que está mal, la que se perdió a sí misma. La que se cansó de luchar tantas veces, y hoy solo es una vez más... Mañana te levantarás y fingirás que todo va bien... Y puede que algún día sea cierto, puede que algún día vuelvas riendo y no llorando a casa, puede que algún día entiendas que mereces que te quieran y te veas como te veo yo: perfectamente imperfecta.
[Skinny poniendo palabras a los pensamientos de Andy]

Un sueño hecho realidad

Después de mucho tiempo y muchas dudas, por fin ha llegado: Mi infierno personal. Pronto saldrá a la venta y habré cumplido el sueño que tengo desde los quince años. No ha sido fácil, pero ahora solo me queda desear que tenga buena acogida. Y a todos los que habéis hecho posible esto, un gracias enorme y no puede faltar ese gracias aparte para @niño-bueno-malo, que se ha recorrido conmigo la ciudad en busca de una librería y me ha dado ideas y ánimos.

Salud vs enfermedad.

Una vez más, agradecer los correos que nos llegan a lasflacasteleen@hotmail.com ya sabéis que podéis contarnos lo que queráis.
Quería hacer hincapié en diversos mensajes que he recibido y aclarar que en este blog no se fomentan los trastornos alimenticios, simplemente he tratado de mostrar cómo es vivir así. No pretendo dar lecciones de nada, básicamente porque yo misma tengo mucho que aprender aún, solo aclaro las cosas... Y dejar el fragmento que @fragilesnowflakes pidió:

[[300 calorías más... Eso es todo en lo que puedo pensar después de haber comido. Sé que para la mayoría de la gente no tiene importancia pero para mí implica sentir mi barriga llena, deseando expulsar ese veneno antes de que se convierta en grasa. Esa maldita voz en mi cabeza no para de susurrar: GORDA. Eres patética, así no vas a llegar a nada...
Finalmente voy al baño y pienso que si vomito expulsaré eso que me corroe... Delgada, delgada, delgada... Me urge la voz. Pero no. Aprieto los dientes y vuelvo a la mesa. El olor de la pizza me impregna las fosas nasales y mi estómago gruñe, deseando un trozo más. Se lo concedo, sin apenas pensar, aunque soy consciente de que he comido un total de dos trozos... Salgo a la calle por fin y el aire frío me despeja. Aun puedo volver y vomitar... NO. Aguanto, aferrándome a una nueva voz, una que trata de hacerse oír en mi interior: tú vales más que eso.
Dejo que pase el tiempo, hasta completar la digestión; ya no hay vuelta atrás. Me miro en el espejo y sonrío: esta noche he ganado yo, no la enfermedad. Mañana me sentiré culpable pero... Para eso aun queda y ya decidiré cómo hacerle frente. Por el momento, saboreo mi victoria con fecha de caducidad...]]

Excepciones [Relato corto concurso IX]

Llega la noche y toca entregarse al desenfreno de bailar y beber, es lo que hacen todos ¿no? Y en medio de ese garito que acaba siendo igual que todos te encuentras tú, rodeada de gente que no conoces y que dudas de volver a ver. Al fin y al cabo, ya se te han olvidado sus nombres. Pero él se acerca, curioso de porqué no bailas y recuerdas que es el único al que conocías de antes, aunque nunca habéis hablado; empezáis a hablar, pero al rato os sentís tan absorbidos por la conversación que necesitáis salir y alejaros de la música atronadora. En la calle, más de lo mismo: conversación que fluye, que engancha; conversación que ninguno queréis que acabe. Se trata sólo de hablar, ir saltando temas, desde los libros que leéis, lo que escribís hasta algunos secretos que nunca contáis a un desconocido. Pero hoy es la excepción. Hoy es la noche en que dos personas conectan más allá de lo esperado. Y sabes que solo tienes una noche, que cuando acabe todo acabará también porque seguir es imposible. Él sabe que te irás pronto y te arrastra de vuelta, baila contigo, y por una vez te da igual no saber bailar, ambos estáis inmersos en vuestra propia melodía.
Llega el momento de irse, demasiado temprano, es lo que pensáis pero es lo que toca.
"Ojalá el destino nos vuelva a juntar cuando ambos podamos correspondernos"
Son sus palabras de despedida, que acarician mi oído y envían un escalofrío a mis labios. Nos separamos tras abrazarnos, sabedores de que nos veremos y no habrá reacción, porque no es el momento... Aun no.