He pasado dos semanas fuera de casa y ha sido genial, no solo por la compañía, que ha sido maravillosa, sino porque me he sentido normal en las comidas.
Hacía muchísimo tiempo (años) que no comía primero, segundo y postre (aunque por mi estómago no sea posible terminarlos). Y me he sentido bien, muy bien.
Ahora, ya de vuelta en casa, la sensación de bienestar sigue; no hay pensamientos ni distorsiones, solo el recuerdo del viaje. No hay ninguna voz enferma que me diga que he hecho mal por comer, por vivir en vez de sobrevivir simplemente. Y eso me hace feliz, me hace sentir orgullosa de lo que he avanzado aunque todavía me cueste creerlo.
A aquellos que seguís luchando os aseguro que merece la pena, de verdad, rendirse no es una opción y nadie dijo que fuese fácil. Si caes, levántate y no te quedes revolcándote en ese tropiezo porque no merece la pena, solo céntrate en tus logros y en avanzar.
Hacía muchísimo tiempo (años) que no comía primero, segundo y postre (aunque por mi estómago no sea posible terminarlos). Y me he sentido bien, muy bien.
Ahora, ya de vuelta en casa, la sensación de bienestar sigue; no hay pensamientos ni distorsiones, solo el recuerdo del viaje. No hay ninguna voz enferma que me diga que he hecho mal por comer, por vivir en vez de sobrevivir simplemente. Y eso me hace feliz, me hace sentir orgullosa de lo que he avanzado aunque todavía me cueste creerlo.
A aquellos que seguís luchando os aseguro que merece la pena, de verdad, rendirse no es una opción y nadie dijo que fuese fácil. Si caes, levántate y no te quedes revolcándote en ese tropiezo porque no merece la pena, solo céntrate en tus logros y en avanzar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario