lunes, 26 de octubre de 2015

¿Podría ser?

Tormento...anhelo...deseo. "Dios, me quita el aire". Aquella emoción me devoraba de forma incomprensible. "¿Por qué me siento así?  ¿De dónde nace esta fuerza, esta pena? Desconozco su naturaleza, no puedo controlarla... Pero noto que forma parte de mí, me devora desde dentro, como la carcoma. Ha clavado sus raíces en mi interior sin que me diera cuenta, sin que pudiera detenerla. Se ha apoderado de mí y crece cada día".
No puedo darle un nombre, pero hace daño.
¿Y si es remordimiento? No, es más intenso.
¿Es dolor, entonces? No, es más violento y profundo.
¿Es tal vez el otro lado del dolor, salvaje y ardiente? ¿Es quizás el amor del que todo el mundo habla? ¿Podría reconocerlo si me golpeara también a mí, con sus flechas afiladas? ¿Puede el amor golpearte repentinamente y arrollarte como un tren a toda velocidad, incapaz de detenerse?¿Puede ese sentimiento ser tan devastador y quemar como lava, nublar tus pensamientos y dejarte sin alternativas? Como un ladrón, ávido y silencioso, se lleva tu alma y cada parte de ti, mientras tú te quedas inmóvil observando, inerme, espectador de ti mismo, sin vía de escape.
Una oleada de pura emoción me invadió y de repente lo vi todo claro: aquel latido que percibía era él, que estaba naciendo en el rincón más profundo de mi corazón, como una flor que se abre camino por el hielo.

[Fragmento de Hechizada, de Elisa S. Amore]

No hay comentarios:

Publicar un comentario