Supe que el tiempo en realidad no había pasado, que me había limitado a guardarlo bajo llave pero que la idea del adiós seguía siendo como una daga en mi corazón. Y yo misma me clavé esa daga, pues sabía que esto me rompería pero no hacerlo me mataría. Y algo roto se puede arreglar pero algo muerto no resucitará. Porque prefería una última noche a su lado de despedida que dejar todo a medias. Porque mi cuerpo anhelaba esa última caricia de algo que no pudo ser.
Supe que el tiempo en realidad no había pasado, que me había limitado a guardarlo bajo llave pero que la idea del adiós seguía siendo como una daga en mi corazón. Y yo misma me clavé esa daga, pues sabía que esto me rompería pero no hacerlo me mataría. Y algo roto se puede arreglar pero algo muerto no resucitará. Porque prefería una última noche a su lado de despedida que dejar todo a medias. Porque mi cuerpo anhelaba esa última caricia de algo que no pudo ser.
ResponderEliminarNo habría podido decirlo mejor. De vez en cuando deberías escribir "así", dejarte conocer porque es asombroso.
EliminarPor una vez no os sermoneo sobre lo bonito que es todo porque creo que estropearía la entrada, así que hago mi aportación:
ResponderEliminarLo supe. Y saberlo hizo que las lágrimas volviesen a nacer en mis ojos, liberadoras.
Tú jamás nos sermoneas ni estropeas nada mi niña. Ojalá tu aportación fuese verdad pero me temo que mis ojos siguen secos...
EliminarLo siento, yo no soy de poesías. Mejor voy al grano, aunque menudas obras de arte nos han dejado nuestras compañeras.
ResponderEliminarConfío que esta decisión te haga más feliz, por lo menos a largo plazo. Y que ya sabes dónde estoy.
Gracias ayudante del bizcochito y ya sabes que también me tienes para todo (hasta para joderme estados de WhatsApp xD)
Eliminar