viernes, 3 de noviembre de 2017

Precipicio

Sólo llevo dos días y ya hay momentos que quiero hacerme un ovillo y llorar. O gritar. Me he empeñado tanto en que sí podía que ahora mi cuerpo está tomando su venganza en forma de dolores y mareos. Siento que me va a estallar la cabeza, la anemia que hace que me maree cada poco, el maldito resfriado que no se va y la lucha diaria contra mí misma. La alimentación es clave y la mía es una mierda, para qué engañarnos: falta de tiempo y no tener derecho a cocina hacen que mi cena de anoche fuese una croqueta y un batido. Necesito un trabajo este mes pero no sé de dónde coño sacar tiempo.
En casa mejor callar lo máximo posible por no escuchar los "te lo dije". Ya me lo digo yo bastante, joder. Tampoco estoy estudiando una mierda... Día a día me estoy diciendo que esto es por las prácticas pero parece que hay una vocecita en mi mente que me susurra: ¿Y por ti, cuándo? No lo sé pero o me apresuro a mirar por mí o sé que no podré más.   ¡Noviembre acaba ya!

No hay comentarios:

Publicar un comentario