Y ahora, dos horas después de dejarte en la estación, miro esta habitación desolada sin ti. Las paredes ya no me parecen tan azules, extraño las cosquillas en los momentos más inesperados, equivocarme de palabras o el retumbar de tu risa cuando apoyo la mejilla en tu pecho. Mañana no estarás aquí cuando despierte pero me consuela saber que en menos de dos semanas volveré a mi lugar favorito: entre tus brazos.
Gracias por todo, mi infinito más uno.
Espero que sonrías con esto: pandera y vritina ❤
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