viernes, 25 de agosto de 2017

Pandora.

Casi me muero, otra vez. Y si estoy escribiendo esto aquí sin haberme recuperado del todo es porque no puedo hablar debido a las quemaduras de mi garganta. Es frustrante la verdad pero mucho peor fue el dolor. Y no solo el mío, sino el de mis allegados, que me hablaban y yo solo podía escucharlos llorar. Mi novio, mis padres, mi mejor amiga... Creo que ella fue la más dura de escuchar. Solo quería decirle que no quería morir, que iba a estar ahí. Que voy a cumplir mis promesas. Ayer te vi y de nuevo me frustré por no poder decirte que voy a ponerme bien, que soy fuerte. Quise decirte que luché contra los fármacos cuando supe que estabas en el hospital, no podía dormir hasta saber que estabas bien. ¿Sabrían tratarte? ¿Habría alguien hablándote suave para calmarte al despertar? ¿Alguien te sostenía la mano al dormir para evitar las pesadillas? Solo podía imaginar que estabas asustada, intentando aparentar normalidad y aguantando las ganas de llorar, pidiendo perdón por algo de lo que no eres culpable. Ahora estás bien. Y yo lo estaré pronto. Tenemos una lucha jodida que no nos da tregua y que se va a complicar pero vamos a poder salir. Nadie dijo que fuese fácil pero tampoco imposible y estamos juntas en esto.
Porque si tú caes yo te sostengo.

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