Come, reza, ama.

Hoy me ha tocado ir por la tarde y he visto una película, en concreto: come, reza, ama. Nunca me había sentido tan identificada con una película, me había pasado con libros pero no películas. Me he podido meter en la piel de Liss... Y quedarme con su conclusión: el equilibrio está en que nadie te quiera menos de lo que tú te quieres.
Después de la película hemos ido al parque y allí, por fin, me he reconciliado un poco más conmigo misma, he vuelto a encontrar una parte de mí que creí perdida.
Y ahora, cuando me descubro llamando a mi madre para decirle que quiero una cosa en concreto de cenar, algo que antes evitaba por las calorías, sólo ahora empiezo a apreciar que a pesar de llevar sólo cuatro días el cambio ha empezado... Mi corazón está cicatrizando y yo me estoy conociendo de nuevo y, bueno, me gusta lo que hay... Y aún queda camino por recorrer pero os dejo con esta foto con un fragmento de la película: