Ríndete.

Llevo días así pero creo que hoy todo ha explotado. Tener que abandonar una sala de prácticas porque hay demasiado silencio y los ruidos de mi garganta se oyen amplificados entre la gente que suelta risitas... Intento contenerlos de mil formas hasta acabar vomitando... Siempre me río pero en realidad me provocan dolor y náuseas. Sentir asco de mí misma...otra vez.
Me rindo, tiro la toalla, abandono esta lucha sin sentido. Porque los motivos que escogí ya no me sirven, porque la obsesión por la perfección me quema. Y la voz de la razón cada vez es más silenciada por esa otra voz que me dice: PUEDES LOGRARLO. ¿Lograr el qué?  ¡Adelgazar! Tan sólo 5 kilos más y paro... Pero no. Esto nunca para. Es algo constante el mirar si los huesos siguen ahí, marcados, o si la grasa ya los ha cubierto. Pensar tanto me agota pero es que las palabras de un familiar me han hundido: "parece que te has engordado un poco, estás más guapa, pero ten cuidado no te pases".  ¿Engordar? He corrido a una báscula más fiable y sí, ese kilo y medio de más está ahí y la ansiedad hace días que volvió. Me niego a volver a ser como antes, aunque así tampoco soy feliz. Me miro en el espejo y solo veo lo que sobra.
Mierda, mierda, mierda.
¿Por qué se ha tenido que descontrolar todo? Bajo ese kilo y medio y paro, me digo, pero es jugar con fuego, aunque sé que no pararé hasta lograrlo.
Espera...
Tal vez, antes de rendirme, aun pueda hacer caso a la razón una vez más y pedir ayuda...
Admitir que ya no controlo la enfermedad siempre sino que ella me controla a mí algunas veces y que esas veces empiezan a ser demasiadas.
Sí, una vez más, puedo pedir ayuda... Ayuda para reconciliarme conmigo misma...