Querida Pandora:
Ha pasado ya bastante desde la última vez que me decidí a escribirte pero eso no quiere decir nada; bien sabes que te pienso continuamente. Ahora debes de estar con Alicia y cuánto siento que las cosas hayan sido así. Ahora estoy viajando de vuelta a Cuenca y voy viendo los paisajes tan preciosos que tiene Ecuador mientras Beret me acompaña con sus letras y mi Panda duerme a mi lado. ¿Sabes? No cambiaría esta experiencia por nada, está siendo increíble, un cúmulo de primeras veces y de dejar miedos atrás. Incluso de descubrirme a mí misma. Me hubiese gustado saltar del puente como hablamos una vez, pero no he sido capaz, aunque te aseguro que algún día podré. Recuerdo el día que hablamos de los lugares donde echaríamos nuestras cenizas y yo creo que lo dividiría entre Utebo, mi lugar en el Ebro, Sopelana y el puente aquí en Ecuador.
En serio, esto enamora y te hubiese encantado. Ya me quedan pocos días para volver a la realidad porque aquí no ha habido malos pensamientos pero están ahí, no me engaño. Por fin veo el fin de la carrera cerca y aún no me lo creo, de verdad, tengo que asimilarlo.
Creo que mi proyecto más importante de este año es curarme de una vez y eso me asusta porque va a ser duro, aunque sé que voy a poder. Realmente necesito que estés aquí y es imposible; necesito tu paciencia ahora, tu comprensión... Te necesito mi parabatai. Y no estás. Sólo quedamos un par luchando y a veces es difícil, bien lo sabes.
Aún me quedan seis días de no pensar, Pandora, después empieza mi dura batalla pero sé que esta vez no estoy sola aunque me sigas faltando tú.
Vuela, mi parabatai.
Ha pasado ya bastante desde la última vez que me decidí a escribirte pero eso no quiere decir nada; bien sabes que te pienso continuamente. Ahora debes de estar con Alicia y cuánto siento que las cosas hayan sido así. Ahora estoy viajando de vuelta a Cuenca y voy viendo los paisajes tan preciosos que tiene Ecuador mientras Beret me acompaña con sus letras y mi Panda duerme a mi lado. ¿Sabes? No cambiaría esta experiencia por nada, está siendo increíble, un cúmulo de primeras veces y de dejar miedos atrás. Incluso de descubrirme a mí misma. Me hubiese gustado saltar del puente como hablamos una vez, pero no he sido capaz, aunque te aseguro que algún día podré. Recuerdo el día que hablamos de los lugares donde echaríamos nuestras cenizas y yo creo que lo dividiría entre Utebo, mi lugar en el Ebro, Sopelana y el puente aquí en Ecuador.
En serio, esto enamora y te hubiese encantado. Ya me quedan pocos días para volver a la realidad porque aquí no ha habido malos pensamientos pero están ahí, no me engaño. Por fin veo el fin de la carrera cerca y aún no me lo creo, de verdad, tengo que asimilarlo.
Creo que mi proyecto más importante de este año es curarme de una vez y eso me asusta porque va a ser duro, aunque sé que voy a poder. Realmente necesito que estés aquí y es imposible; necesito tu paciencia ahora, tu comprensión... Te necesito mi parabatai. Y no estás. Sólo quedamos un par luchando y a veces es difícil, bien lo sabes.
Aún me quedan seis días de no pensar, Pandora, después empieza mi dura batalla pero sé que esta vez no estoy sola aunque me sigas faltando tú.
Vuela, mi parabatai.
No hay comentarios:
Publicar un comentario