Ya no recuerdo la última vez que pasé más de un mes sin sentirme agotada o sin enfermar, pero sí recuerdo cuándo fue la última vez que estuve sin dolor de estómago: justo antes de mi primera operación, hace cuatro años. No, no quiero dar lástima con esto, ni mucho menos, pero como es mi blog pues me desahogo.
Cada día, al despertar, debo luchar por levantarme de la cama y durante el resto del día trato de no dormirme; pero el cansancio sigue ahí, a pesar de tener ganas de hacer mil cosas. ¿Cuántas veces habré renunciado a algo que tenía ganas de hacer porque el sueño ha podido conmigo?
Ya ni lo sé.
¿Cuántas veces he dicho que no podía por sentirme enferma?
Tampoco lo sé.
Cada vez que como siento ese miedo a que vuelva el dolor. Casi todos los días siento algún pinchazo, pero a eso me he acostumbrado, como también lo he hecho a esos ruidos que hacen que mi garganta duela... Eso no me da miedo. El terror viene cuando noto ese dolor que comienza en el centro del estómago e irradia hacia la espalda; pocas veces he rezado tanto como en esos momentos, deseando que pasase, que por favor parase.
Tener cuidado con mi epilepsia, cansancio la mayor parte del tiempo, dolores de mandíbula por el bruxismo, dolor de cuerpo sin explicación pero al que ya me he acostumbrado, piernas inquietas que hay noches que me llevan a la desesperación máxima... Sí, esto es una jodida mierda. A veces me pregunto si no seré simplemente una vaga, una perezosa, una blanda que no sabe imponerse a todo eso. Llevo años que lloro cada dos por tres, ¿depresión? No lo creo, al menos no ahora. Creo que es más bien frustración por todo esto. Todo esto me agota y más cuando también lucho contra mis pensamientos... ¿Qué voy a hacer? Quiero vivir, quiero que todo esto se vaya y ese es el motivo por el que no me rindo, aunque no tenga la seguridad de que esto tenga fin, aunque haya días que me tome un descanso de esa lucha y me quede en la cama.
Claro que también me ayudan las excepciones, esos días en los que siento que puedo comerme el mundo, que todo ha pasado, aunque sepa que no es así, al menos no de momento.
Uno de mis mayores miedos es que la gente a la que quiero se canse y se marche, no poder contribuir a la felicidad de mi pareja, ser una mala amiga, una hija que solo defrauda... Y perderme a mí misma de nuevo. Esos son los pensamientos que pasan por mi mente una y otra vez, los miedos que a la vez que me agotan me hacen seguir adelante, sin rendirme.
Hoy mi cirujano me volvió a hablar de la posibilidad de pasar de nuevo por quirófano y la verdad es que me da pánico.
Me han llegado a decir que si disfruto estando así... Obviamente no, pero antes de juzgarme les invito a que se pongan en mi lugar aunque solo sea durante una semana y después me cuenten.
Supongo que solo es que estoy cansada, aunque eso no sea novedad.
En fin, dejo mi perorata sin sentido y vuelvo a decir que no soy ninguna víctima, ni quiero dar pena, ni sentirme superior porque todos tenemos problemas y todos son importantes, nadie se merece menos porque cada uno siente las cosas a su manera.
Buenas noches a todos y gracias por leerme, por los comentarios, mensajes...y por aguantarme a los que lo hacéis día a día, sé que es difícil y lo siento pero no voy a rendirme y, por supuesto, me tenéis aquí, por muy cansada que esté o dolorida quiero formar parte de vuestras vidas, ayudaros en todo lo que pueda y estar ahí, para lo que haga falta.
Sé que soy fuerte y que pude, puedo y podré.
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