Iba todo demasiado bien, con algunos dolores pero bien. Ni una sola náusea. Hasta hoy.
Mi comida ha consistido en una albóndiga con tomate casero y nada más terminar ha comenzado el dolor. Opresión en la boca del estómago, dolor y náuseas. Una hora entera después he conseguido poder sacar la cara de la bolsa en la que vomitaba y ha empezado a remitir el dolor.
Así que, una vez más, bienvenido síndrome de Dumping y ojalá desaparezcas que dicen que como mucho duras un año y yo llevo tres.
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