miércoles, 28 de diciembre de 2016

La chispa

A veces basta una chispa para que todo prenda. En ocasiones esa chispa puede ser un simple abrazo, o una sonrisa. Esta vez no hizo falta más para sentir los lazos que nos habían unido. A pesar de los años, parecía que nada había cambiado y a la vez todo era distinto.
Siempre escribo para expresar mis sentimientos pero ahora son bastante confusos. Por un lado mi corazón añora volver a aceptar en mi vida a esas personas que un día fueron tan importantes, pero mi mente se resiste, recordando todo el daño. ¿Merece la pena? No lo sé. Hay gente que dice que la gente cambia con el tiempo, otros creen que no. Yo sé que he cambiado y que ellos han cambiado. Pero me costó mucho dejar todo aquello atrás y ahora tengo miedo de reabrir viejas heridas.
Esta vez, voy a pensarlo bien.

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