Hoy echo la vista atrás y tal vez donde más note el cambio sea en esa parte de mí que antes estaba acostumbrada a dar cariño.
Jamás pensé que me sentiría incómoda recibiendo un abrazo, que no me saldría de manera espontánea darlo. Me he acostumbrado a un trato más rudo, hasta el punto de que viene alguien a darme cariño y huyo, huyo asustada de volver a confiar así. Supongo que hay cosas que necesitan más tiempo, y esto es una de ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario