Suena el móvil con un WhatsApp y lo ignoro, como siempre que estudio, pero vuelve a sonar, esta vez con una llamada. Miro la pantalla y reconozco el número; lo cojo, sabedora de que tiene que ser importante si me llama. Solo oigo una voz contenida, una voz que me pide ayuda, esta vez directamente y no lo pienso dos veces: dejo todo y voy, porque en este instante no hay nada más importante. Y porque nunca suele pedir ayuda. Llego y entre mis brazos se derrumba, echando todo su dolor al exterior en forma de sollozos incontrolables que muy poco a poco se van calmando. No hablo, no es necesario todavía, luego ya habrá tiempo de charlar y aconsejar.
Luego notaré mi sangre hervir contra la persona que le haya causado esta desazón, mis ganas de venganza se activarán...a sabiendas de que pese a todo no puedo protegerla del mundo...Pero aún no.
Ahora es tiempo de abrazar y de amistad.
Yo contigo tengo un tesoro bien grande ❤
ResponderEliminarVoy a ponerme en modo albañil: quisiera ser pirata para enseñarte el tesoro que tengo entre pata y pata Jajajaja vale ya me autocastigo yo solo sin amigos xDD
ResponderEliminar