Los exámenes se acercan y deberían ser mi único pensamiento pero hay alguien que nunca abandona mi mente: tú, abuela. Hoy hace cuatro meses que te fuiste y parece que fue ayer, sigues haciendo falta en cada día, cada instante... Todavía duele esta ausencia y probablemente duela por mucho tiempo más; ese día perdí a mi segunda madre, a aquella que me enseñó tantas cosas de valor incalculable pero que se olvidó de enseñarme a estar sin ella. Y ojalá ahora pudiera estar entre tus brazos, oír tu voz cada vez que entro a tu habitación y te hablo, escuchar lo que tienes que decirme, los consejos...
Hoy son cuatro meses, largos como un duro invierno y a la vez cortos, como si te hubieses ido ayer...
Te quiero y no te olvido, abuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario