miércoles, 18 de noviembre de 2015

Días con lluvia en los ojos.

Hoy tocaba terapia familiar. Me dedicaba a escuchar sin intervenir, como siempre, aunque por dentro se me ocurrían miles de cosas que decir; el tema era el de siempre: de un lado, los familiares que intentan entender la enfermedad y, de otro, los hijos, que solo a veces llegamos a darnos cuenta de lo que sufren nuestros padres pero que seguimos sin dar nuestro brazo a torcer (me incluyo, aunque pertenezca a un pasado). Es entonces cuando he oído que alguien mencionaba que ese trastorno, la anorexia (y la bulimia o la obesidad, todos parten de un mismo continuo), se lo provocaba la persona a sí misma, que era egoísta incluso... He sentido rabia; dudo que nadie quiera estar enfermo, al menos no conscientemente, y mucho menos que sea por egoísmo. Es una enfermedad muy compleja, que a veces ni siquiera entiende el propio paciente... También han insinuado que con comer se solucionaba... vamos a ver, ¿un alcohólico se cura con dejar de beber? ¿Es tan sencillo? ¿A qué no? Igual que las enfermedades físicas, las mentales requieren de tiempo y mucho, pero mucho esfuerzo. así que no, no se soluciona solo con comer, tal vez ese sea el menor de los problemas, pues la anorexia es solo un síntoma de un conjunto mucho más grande.
Le tocaba el turno a los pacientes, entre los cuales algunas chicas no podían evitar contradecir esas palabras que he mencionado antes. Bien, todo iba como siempre, no me afectaba lo que escuchaba, mera espectadora como casi todos los miércoles hasta que a alguien se le ha ocurrido mencionar el cáncer. Me he acordado de mi abuela, en casa, al cuidado de mi madre y esperando mi llegada, cada día con menos fuerzas... He reprimido todo y mi cara de póquer ha vuelto. Pero hoy no era mi día, parecía que el karma quería provocarme y ha vuelto a salir el tema de que los causantes son los pacientes... Una de las pacientes ha comentado que ella perdió a una persona muy importante en su vida por esta enfermedad y entre sollozos ha preguntado si acaso alguien se atrevía a decir que se lo había provocado ella... y en ese momento algo en mi mente ha hecho clic, el cajón de los recuerdos se ha abierto y a mi mente ha venido otra persona, también vencida por esta enfermedad.
Los recuerdos se agolpaban en mi mente, luchando por salir de alguna manera, ya fuese gritando, pegando patadas o llorando, pero me he contenido y ha empezado el nerviosismo. No podía ser... tantos años controlando emociones y ahora me estaba dando un ataque de ansiedad, en las prácticas... No estaba nada bien. Tras un rato nerviosa, he tenido que salir corriendo, sintiendo esa opresión en el pecho otra vez, esas lágrimas que no se deciden a caer, ese temblor en las manos... Y buscas desesperadamente a alguien que te ayude, que te diga que no pasa nada y entonces lo encuentras en otro paciente; te abraza, te calma, te asegura que ante todo eres humana, que todo pasará...
Y todo esto es para que entiendas, cuando lo leas, el porqué estabas hoy consolándome, porque hay días muy duros... y tener después que ir a clase y continuar con psicología, los hace aun peores... por eso, gracias T, gracias de verdad...

1 comentario:

  1. A veces necesitamos tanto de nuestras lágrimas y sin embargo no acuden, no te preocupes ya te llegará el momento de nuevo y sacarás todo. Un placer haberte ayudado, T.

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