viernes, 31 de mayo de 2024

Tiempo

Siempre he escuchado decir que "el tiempo es oro", pero hace un par de semanas leí en un muro la frase "ya le gustaría al oro ser tiempo".

También se dice que "el tiempo vuela". Como si fuese un parpadeo, agua escurriéndose entre las manos.

Y así es.

El tiempo es algo que nunca vuelve, eso que a veces pasa y ni nos damos cuenta de que está ahí y, en cambio, otras veces podemos percibirlo como el tic-tac de un reloj en nuestro oído, como una cuenta atrás.

Eso que a veces parece que sobra y otras que aprieta y ahoga. Eso que no se detiene por nada ni por nadie.

Muchas veces vivimos en automático y no nos paramos a mirar a nuestro alrededor, a reflexionar sobre el uso que le damos a nuestro tiempo o sobre en qué o quién lo invertimos o gastamos.

Hace unos días le daba vueltas a todo esto pensando que iba a cumplir 30 años y que mi vida no se parecía en nada a la que hace unos años imaginaba que tendría cuando cumpliese los 30, y eso me generó sentimientos encontrados: ¿por qué ponerme una edad como meta? ¿Por qué hacer el balance ahora? ¿Iba a cambiar algo del domingo con 29 al lunes con 30? ¿No haber conseguido los objetivos que me puse en un momento vital totalmente distinto es un fracaso?

La verdad es que no, no cambia nada ni supone un fracaso. Me he dado cuenta de que no quiero verme dentro de unos años pensando que me faltó tiempo para reír, para abrazar, para decir te quiero o, incluso, para llorar. Tiempo para probar y acertar o fallar. Tiempo para disfrutar de los míos. 

Tiempo para vivir.

Ahora estoy pensando en la frase de aquel muro que leí mientras paseaba y, sí, el tiempo es tan valioso que ya le gustaría al oro ser tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario