No puedo evitar pensar en el sufrimiento de muchas personas que han visto su vida trastocada de la noche a la mañana por un virus, un virus que solo podemos parar entre todos... y aún así lo hacemos mal.
¿La mascarilla te molesta? A todos nos molesta, pero prefiero eso al respirador de la UCI.
Creo que una de las cosas más duras ha sido estar separada de mi pareja, y aún así soy consciente de la suerte que tengo, de que soy afortunada porque mis seres queridos están bien.
Está siendo un verano diferente, un verano en el que echo de menos poder pasear y tomar algo sin ningún temor, quedar con la gente y abrazar a mis amigos. Extraño la playa, los viajes, las escapadas de un día sin restricciones. Extraño lo que antes tenía y no era consciente de su valor.
Esta pandemia ha sido dura en más de un sentido, sobre todo a la hora de convivir conmigo misma. Me cuesta salir de casa siempre, aunque parezca que no, pero es una forma de ahuyentar mis demonios, porque sé que si me encierro durante varios días después solo voy a querer seguir en casa. Es algo que noto en mi ánimo, en ese cansancio que se instala en mí invitándome a quedarme en la cama... Y la cuarentena ha hecho que evitar esto y no dejarme llevar por mis demonios sea una lucha agotadora
Todos lo hemos pasado mal.
Después de tanto tiempo sin escribir, solo quería deciros que espero que estéis bien, que un día más es un día menos para que acabe esto y que no olvidéis poneros la mascarilla y mantener la distancia ❤️
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