Eres mi hogar, el paño de lágrimas que me cura las primaveras olvidadas.
Eres ese lugar calentito al que siempre acudo cuando tengo frío o calor, no me importa mucho el clima, yo solo quiero sentir tus brazos a mi alrededor.
Eres libertad y al mismo tiempo quiero encadenarme a ti en futuros soñados.
Eres mi ancla, me salvas y me sujetas a ti, me siento segura, me despojas de las inseguridades, me desnudas por completo sin ni siquiera tocarme.
Eres mi escondite, me encierras en ti, en tu mar, en tu océano, en tu cadera, en tu espalda, en tu cielo, en todo lo que eres para mí, como si hubieses decidido pasar todas las estaciones en mi compañía, como si no te preocupara mi mal humor, mis defectos o mi cabello despeinado.
Eres bello, colosal, hermoso, humano, sin límites, puedo volar y conocer el amor de primera mano, y todo en caída libre, a tu lado; y ¿te has dado cuenta? Somos capaces de todo, ni la distancia es obstáculo, ya que separa cuerpos pero no corazones.
Eres mi ocaso, es por eso que si estás mal se me rompe el corazón y el cuerpo en pedacitos pequeños para poder completarte; eres mi atardecer, el sol que alumbra mis días.
Eres mi sueño hecho realidad frente a mis verdades, me enfrentas con obstáculos para que pueda vencerlo todo yo sola.
Eres mi salvación, nunca llegas tarde a mi playa, y te quedas para acampar juntos en el fuego de nuestras noches infinitas.
Eres un "nosotros" en cada uno de mis pensamientos.
Eres mi infinito más uno, mi dieciocho eterno.
Simplemente eres y serás.
Eres.
Soy.
"Somos".
Te pido de la manera más atenta que coloques la autoría de Paulina Mora, ya que cuenta con los derechos de autor de este poema para no proceder legalmente.
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