No sé cuántas vueltas he dado en la cama pero de repente eran las 5:30 de la mañana y ya no sabía qué hacer. Pensaba en nada y en todo a la vez. ¿Y si hago meditación? Pero estaba demasiado agitada para eso, así que me he vestido y me he ido a andar. La música me impedía escuchar lo que había a mi alrededor pero no acallaba mi mente, a la que acudían fragmentos de pensamientos. Sin decidirlo he ido a mi lugar; hacía tiempo desde la última vez pero seguía igual de pacífico. Me he sentado y he imaginado lo que me dirías de estar aquí, probablemente enfadada me preguntarías qué narices estoy haciendo con mi vida, por qué no me enfrento a todo como siempre. Sinceramente, tengo miedo. Últimamente tengo miedo a muchas cosas. De nuevo estaba llorando y esta vez no me he contenido, tú eras de las pocas que me veían llorar y no me importaba. Estoy asustada, estrella, pero me he dado cuenta de que quiero luchar, que el descanso terminó y que parece mentira que queriendo dedicarme a escuchar a la gente esta vez no les haya prestado atención cuando me decían que tenía que parar. Ni siquiera escuché a mi cuerpo, aunque admito que todavía no soy capaz de quererlo, tampoco lo odio ya. Poco a poco, paso a paso. Empezaré por parar el ritmo, por dejarme querer, como tú decías, por apoyarme más y sostener menos.
Sé que no es fácil, nada que merezca la pena lo es pero hace un año hice un gran esfuerzo por salir adelante que no puedo echar a perder ahora. Tal vez haya llegado la hora de llorar en compañía todo lo que no lloré. Y, después, seguir adelante, sonriendo sin tanto esfuerzo.
Y a ti... A ti te veré en las estrellas mientras te cuento que sigo luchando, pero por mí, como tú querías y a mí me costó aprender.
Qué feliz me hace oír eso hostia!!! Bueno leer jajj luego te veo mi flaca hermosa lofff yuu!!
ResponderEliminarAhora sólo te falta poner todo eso que sabes en práctica. Y dejar que estemos ahí, besos princesa
ResponderEliminar