domingo, 1 de noviembre de 2015

Volar.

Hay veces en las que la vida, te muestra una bandeja llena de bombones, bombones...rellenos de sonrisas. Y entonces, vuelves a sentir, que todo sirvió de algo, que la vida no toda son lágrimas, que hay momentos en los que un ángel baja del cielo para susurrarte al oído palabras de cariño.
Y de nuevo te enseña a hacer aquello que ya olvidaste, te enseña a volar de nuevo, te da sus manos, y sueñas con tenerle más cerca. Entonces de repente...abres los ojos, pero esta vez todo es real. No existe la pesadilla, la luz de mi felicidad la ahogó, en el pasado. No existe ya aquel camino angosto, ya no existen aquellas rosas llenas de espinas que se clavaban en tu corazón.
Y por fin encuentras lo que querías, y por fin el mundo a tu alrededor comienza a sonreír, y por fin todo tiene un sentido. La lucha sirvió para ser más fuerte, las lágrimas para limpiar tu corazón, y aprender que no hay que derrocharlas por nada. Y los buenos momentos, sirvieron para buscar otros mejores.

Porque hoy la vida me sonríe, porque hoy aprendí de nuevo a volar.


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